#LeoSubmarine
Julio Ramón Ribeyro escribió en París, hacia el año 1954, “Alienación”, un cuento en el que el personaje –inolvidable Roberto López convertido luego en Bob, rechaza su peruanísima identidad en pos del alcanzar el “sueño americano”.
Alex Fischman Cárdenas (Lima, 1997), joven estudiante de cine en Nueva York, se ha encargado de revisitar de manera contemporánea, solvente y muy profesional, no solamente este cuento y adaptarlo en un aplaudido cortometraje, sino que además lo hizo con otro de los celebrados relatos del universo ribeyriano.
En el caso específico de “Alienación”, el corto en mención protagonizado por Aníbal Lozano, Macla Yamada y Daniel Cano se grabó en enero del año pasado y entre sus muchos logros está el haber sido exhibido y felicitado en festivales como Rhode Island International Film Festival de EE.UU. y Aesthetica Short Film Festival de York, Inglaterra. Ha logrado, además, ser semifinalista en el Festival Internacional de Buenos Aires y obtuvo el premio en la categoría “Diversity in the arts” en Los Angeles Diversity Film Festival. Y así, los reconocimientos van llegando y las reproducciones del corto –ya liberado, siguen aumentando en la plataforma de Vimeo.
Conversamos vía mail y Messenger con Fischman y logramos una entrevista en la que el joven cineasta nos habla acerca del Universo Ribeyro, de sus lecturas y autores favoritos; de lo que ve y sobre todo, acerca de lo que está haciendo en estos momentos y de lo que proyecta hacer de cara al futuro.
«Nací en Lima y crecí ahí. La considero mi hogar y la extraño mucho ahora que estoy estudiando cine en Nueva York. Ahora mismo estudio en la escuela de cine de New York University. Yo terminé el colegio y me vine directo a Estados Unidos a estudiar, fue un proceso difícil con varios exámenes (especialmente para mí, una persona muy mala en matemática). Pero en fin, llegué acá y este es mi último ciclo. Actualmente estoy escribiendo mi segundo proyecto de largometraje y estoy preparando (lo más que puedo preparar) la producción de mi siguiente cortometraje “Ovejas y Lobos”. Además, estoy haciendo una pasantía en una agencia de publicidad llamada 1st Ave Machine que está haciendo trabajo comercial bien bacán. Y finalmente tengo algunos proyectos más como un video musical para Moncho Berry (artista peruano y amigo del colegio), un mini documental de la vida de un bailarín en el metro de Nueva York y un proyecto de minería informal”
¿Por qué cine, Alex?
Lo descubrí de joven. Haciendo pequeños videos con un Sony Ericsson del 2008 y filmando a mis amigos montando skate. El cine comenzó para mí por un interés en la tecnología. Me sentía libre haciendo contenido, usando las herramientas tecnológicas que tenía. De ahí, descubrí efectos visuales, y comencé a hacer videos de acción con mis amigos, imitaba las películas de Hollywood que veía.
Pero la verdad es que no era muy bueno en efectos visuales. Me faltaba motricidad y paciencia. Pero me encantaba filmar. Contar historias a través del lente de una cámara. Así que comencé a escribir guiones. No eran muy buenos al comienzo, pero los filmaba sin presupuesto y entendía lo que funcionaba y lo que no.
¿Por qué no otra carrera?
Cuando era chico quería ser como mi padre, un empresario. Pero a medida que fui creciendo fui descubriendo mi pasión por el cine. Y después de hacer mi primer cortometraje decidí dedicarme al cine.
¿Cuándo y cómo descubres a Ribeyro?
Leí mi primer cuento de Ribeyro “Tristes querellas en la vieja quinta” cuando estaba en primero de media. Me cambió la vida, fue el primer autor que leí que podía contar historias que se sentían reales. Y a pesar de ser de otra generación de Memo, su historia conectó conmigo. El segundo cuento que leí de Ribeyro fue “Alienación”. Y el sentimiento fue muy parecido. Los personajes de Ribeyro son cómicos, patéticos y creo que por eso es que se sienten tan reales. Y la ironía de La Quinta y Alienación hacen que el cuento se quede conmigo por tanto tiempo.
¿Cómo se produce el punto de quiebre y decides que será Ribeyro el autor sobre el que basarás tus primeros trabajos?
Pasa cuando comienzo a aprender de estructura cinematográfica. Y cuando se me ocurre que los cuentos de Ribeyro la siguen casi al pie de la letra. Investigué para ver si alguien había adaptado sus cuentos en una manera profesional y cuando vi que el campo estaba libre me lancé. Sin saber si iba a obtener los derechos comencé a escribir el guion de “La Vieja Quinta” y me di cuenta que había algo muy especial en el proyecto.
Has llevado al lenguaje cinematográfico dos cuentos de JR Ribeyro; «Tristes querellas en la vieja quinta» y «Alienación»; ¿cómo les ha ido hasta ahora en su recorrido en festivales?
Para ambos no me esperaba la recepción que tuvieron. Fue un shock cuando “La Vieja Quinta” pasó las cinco mil vistas y entró a todos los festivales que entró. En esa época tenía 17 años y estaba haciendo este proyecto como si fuese uno más, para aprender a hacer cine. Para “Alienación” también, pero uno como director siempre es más crítico de su trabajo que los demás, así que fue una experiencia muy linda cuando vimos que el corto conectó con críticos y audiencias.
¿Estás considerando tomar como punto de partida algún otro cuento ribeyriano más para una película futura?
En el momento no. Sé que hay directores queriendo hacer una antología de sus cuentos. Si yo fuese a tener el privilegio de adaptar otro de sus cuentos elegiría “La Insignia”. Me parece un gran reto y una historia tan absurda que me encantaría sumergirme en ese mundo.
¿En qué etapa del proyecto de tu primer largo te encuentras?
Muy inicial. Terminé un primer borrador pero falta mucho para que pueda decir que está listo para producir. Escribir guiones es un proceso que a mí me tarda años y al igual que el segundo largometraje, que sigo y sigo escribiendo, creo que aún me falta experiencia en el medio.
Además de Ribeyro, ¿qué otro autor peruano te ha gustado leer?
Mi autor favorito, de todo el mundo en realidad, es Mario Vargas Llosa. Me parece un genio y sus libros me parece que se darían para grandes adaptaciones. «Quien mató a Palomino Molero» o «Lituma en los Andes» y a pesar que ya se ha hecho, me encantaría hacer mi versión de «La ciudad y los perros”. Otros autores peruanos que me encantan son Santiago Roncagliolo (“Abril rojo” es básicamente un guion cinematográfico), Alonso Cueto y Lurgio Gavilán.
¿Qué tipo de cine y de directores admiras?
Últimamente admiro películas que rompen convenciones. No de ningún género en particular pero los directores que estoy viendo últimamente son: Paul Thomas Anderson, Masaki Kobayashi, Andrei Tarkovski, Ingmar Bergman, Michael Haneke, Kurosawa, Alfonso Cuarón, Charlie Kaufman, Fassbinder, Ozu Kore Eda, Kieslowski, Kubrick, Bong Joon Ho.
¿Qué películas te marcaron a fuego?
Clockwork Orange y The Master. Ambas son películas que odié por primera vez y amé por segunda.
¿Cuáles son aquellas que vuelves a ver una y otra vez?
Creo que la película que más he visto es Eternal Sunshine of the Spotless Mind. La veo, fácil todos los años, desde que tengo 16.