Tomando como punto de inicio una combinación de influencias siderales, Lynejami, la banda independiente con base en Lima pero nacida en la ciudad de Iquitos, propone un trip capaz de alterar nuestras percepciones y sentidos desde las vertientes del rock psicodélico, el dream pop y otros géneros.
#LeoSubmarine
El combo acaba de presentar el EP “Viaje Eterno”, cinco tracks que dan vida a esta psicotrópica andadura de casi 35 minutos. Creado y producido inicialmente en 2017, “Viaje eterno” es ahora, cinco años después, una potente y renovada versión remasterizada bajo el sello de Catenaria Discos y la producción de Daniel Quiñones.
Lynette Jamilette Ricopa Guevara (Iquitos, 1989), es el rostro fundacional de Lynejami (a estas alturas ya podemos imaginar el porqué del nombre del proyecto), una cantante y compositora que desde muy joven sintió el insondable llamado de la música. A los 15 años consiguió su primera guitarra y se enamoró de ella aun cuando no supiera cómo tocarla. Y, casi siempre, terminaba haciendo milagros con las cuerdas gracias a su desarrollado oído musical que le permitía descifrar las melodías y tocar las notas sin saber cuáles eran.
Tenía 17 y aunque su DNI todavía era amarillo, Lynette ya participaba en los circuitos de tocadas de la isla amazónica donde nació; en rigor, llegó a tocar y cantar en la banda femenina Ayahuasca, a la cual llegó gracias a su primo Edú.
“Fue loco demostrar algo de actitud una noche donde los gritos burlones de los chicos –muy machos ellos, golpeaban fuertemente y hacían bulla antes de que empezáramos a tocar. Con un váyanse a la mierda se callaron”, cuenta la artista demarcando perfectamente su territorio.
Postuló a la carrera de Ingeniería Forestal en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana – UNAP, “soñaba y aún sueño con poder rescatar territorios deforestados en la selva”, dice mirando al cielo, pero no lo logró. “Luego intenté postular a Producción Musical en la UPC, pero me caí de espaldas por el precio de cada ciclo, era imposible costearlo”.
Finalmente, hizo media carrera de Comunicación Audiovisual en SISE y sigue en el camino que le marca la música.
Respecto del EP que genera esta nota, comenta que el reto principal fue componer diferente y estructurar las canciones con ligeros cambios que golpearan de un momento a otro. Para conseguir ese objetivo, el sensei fue Daniel Quiñones, pues logró encaminar estos temas. Ambos se conocen desde hace ocho años, cuando hicieron una grabación, luego incluso hasta tocaron juntos en algunos eventos.
No fue sino hasta inicios del 2016 cuando Daniel le ofreció a Lynette grabar un EP con nuevas canciones, él sería el productor.

“Empezamos a cranear como trabajar, yo lo visitaba y muchas veces me quedaba a pernoctar viendo películas, escuchando música y hacíamos jammin’ para ver qué onda con la impro”. La filosofía de reunirse para divertirse y sentirse bien juntos fue el ambiente que estimuló y gatilló la chispa creativa de Lynette, así nació “Misterio”, el último track del EP.
Para esta composición, Lynette cuenta que Daniel pensaba que se debería tener mayor letra pero ella estaba segura de que todo calzaba perfecto, que no necesitaba más contenido que el acompañamiento del instrumental.
“Camino” –el segundo single- nació de la nada en un juego de palabras; “Viaje Eterno”, el siguiente single, también fue producto de un juego de palabras aunque estuvo enfocado en la muerte de su abuelo. En el cuarto single, “Es el final”, tuvo complicaciones para darle ese toque dulce en la voz, algo que logró finalmente.
El EP tiene un concepto espiritual y existencialista, que recoge las interrogantes y curiosidades relacionadas al fin del ser. Este concepto y el nombre de las canciones surgió con el tiempo, porque como dice la artista: “todo se da en su momento sin presiones, así llega la claridad de elección”. “Viaje Eterno” es también, de alguna manera, un tributo a la inspiración de los artistas que escuchaba obsesivamente, Tame Impala, Interpol, Sharon Van Etten y Radiohead.
Requerida sobre el arte de la portada, Lynette va simple y directa: “Quería que tuviese un toque artístico, Daniel es un capo pintando así que su aporte a la portada fue bestial”. Entrando ya en los terrenos de la alineación de la banda, es muy clara respecto del espíritu que los une: amistad, amor y pasión por la música.
La producción de “Viaje Eterno” tuvo, en un primer momento, a Bruno Bustamante como baterista; Melissa Moreno fue la primera guitarra y en el bajo estuvo (y siempre está) Jeffrey Rodrigo.
El aporte de Daniel no solamente fue como productor, sino también en guitarra y teclados, siempre acompañado por su socia Mynezza en los mismos instrumentos. También sumaron el talento y perfeccionismo de Daron en la batería.
La apuesta en pleno por la remasterización del EP, se la deben a Antonio Espinoza, cabeza del sello discográfico Catenaria Discos.

Daniel Quiñones
Antes de irse, Lynette cierra la nota comentando: “Tengo pensado sacar nueva música, pero aún está para que entre al laboratorio experimental que es la parte más divertida del proceso. Espero seguir trabajando con Catenaria Discos, tener la oportunidad de tocar en vivo y expandir la energía que nos sostiene desde hace más de cinco años”.
BONUS TRACKS
- Lynejami en YouTube y Spotify.
- Escucha “Viaje eterno” pinchando aquí