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Entrevistas

Liliana Miranda: “Escribir es una forma de descargar, de ordenar mi mente, de entender, de dejar constancia, de recrear historias, lo positivo o negativo que me pasó, por si a alguien le pueda ser útil…”12 min read

Poeta, escritora, fotógrafa y atleta. Liliana Rivera Cavigiolo quien firma como Liliana Miranda (y explica el porqué), escribe además cuentos y crónicas de viajes. Ha publicado dos poemarios: Aligerando mi paso (2005) y Piel de Setiembre (2012), y una muestra de poesía sobre Cuba: El Pulso de tu Son (2018), todos con imágenes de la autora. Escribió el monólogo “Dicen” para personificar a la gran Lola Flores en “Monólogos Femeninos Perú”. Ha participado en diversos festivales internacionales de poesía en Perú y en el extranjero: V Encuentro de Poetas del Mundo en Cuba “La Isla en Versos” (2016), Festival Internacional de Primavera Poética (2016 – 2019); “Hermanados por las Letras” en Cartagena de Indias (2017) y en el IV Festival Internacional de Poesía de Lima (2017). Es parte de diversas plaquetas y antologías de poesía y cuentos en Perú, Sudamérica y Europa. Como atleta máster obtuvo 75 medallas en las pruebas de velocidad y salto largo.

#LeoSubmarine

Tu biografía está matizada por una serie de actividades que definen diferentes facetas tuyas: poeta, escritora, fotógrafa y atleta, ¿cómo te defines a estas alturas de la vida?
Hoy me siento clara, con los pies anclados en la tierra, agradecida y alerta, cuidando siempre la esencia y a los míos, porque el mundo suele también ser tramposo y cruel. He ido encontrando mi voz, y no me callo, seguiré indagando, descubriendo canales de expresión para llevar a buen puerto todo eso que se siente demasiado. Soy la misma perfeccionista y pesada con la ortografía, siempre buscando hacer todo en excelencia, con experiencias y muchísimas historias que contar, y mientras pueda aportar, lo haré. La escritura, la fotografía y los deportes, siguen siendo vías adheridas a mi diario vivir, se van alternando, si me faltan, por uno u otro motivo, me siento como huérfana, como cuando sales a la calle y te olvidas el celular.

Con tres libros de poesía ya publicados y una serie de participaciones relacionadas con ella ¿cómo sientes el camino que has recorrido hasta ahora entre verso y verso?
Siento que no pertenezco a encasillamientos, a grupos ni a patrones, que mi camino es solitario, que en cierto modo sigo ahí sin estar, que me resisto, con una compañía vasta, valiosa, indefinida, inconmensurable, privada, accesible a quienes estén en sintonía, que tengan la clave sin necesidad que se las tenga que dar.

El capítulo o estancia X de Plumas en mis cornisas abre con estos versos: Las deudas contigo / Serán las únicas/ Que no logres saldar
Creo que en eso ando, tratando de amortizar.

Blanca tiene una rosa.

En un tiempo que valora la inmediatez y le rinde culto al exitismo, a veces sin reparar en su origen, ¿sientes que aún hay lugar para la poesía?
La poesía es una forma de percibir el mundo, es amiga, feroz enemiga, música, cable pelado, matiz, es cómplice, cauce, río, océano, Los estímulos llegan todo el tiempo por todas las vías y los poemas fluirán en su momento con ritmo, cadencia, musicalidad o como partos difíciles, torrentes y truenos, La poesía está en donde la puedas percibir, mientras haya personas con sensibilidad habrá poesía.

La palabra “éxito”, y su significancia, siempre me sonó vacía. La ilusión y esfuerzo que se ponga en el camino es lo que cuenta, aunque al final de cada proyecto concluido o deseo cumplido se sienta una especie de hueco existencial y el “éxito” sea volver a empezar con el mismo ímpetu.

¿Cómo abordas los géneros que escribes; cuento y poesía?
Emergen cuando los estímulos fueron registrados, reconocidos, macerados en mi interior, pueden ser las cosas más simples, que llamo las pequeñas grandes cosas, o producto de algún fuerte impacto, o de un roce sensorial que me abarca. Me llegan como avisos, en forma de imágenes, de musicalidad, de vivencias, que creo tienen que ver con mi manera de ser y de comunicar. El proceso tiene su tiempo, su tormenta, su convulsión, su orilla. Algunos extractos de cuentos están en Plumas en mis cornisas, intercalados con poemas y fotografías.

Aprendiz

¿Supone un estado de ánimo en particular?
Escribir es una forma de descargar, de ordenar mi mente, de entender, de dejar constancia, de recrear historias, lo positivo o negativo que me pasó, por si a alguien le pueda ser útil, cuando llegan los avisos tomo nota. En realidad, mis horarios no son rígidos, pero sí constantes. Y cuando tengo temas grandes me puedo quedar todo el día escribiendo. Los días más productivos tienen que ver con la redondez de la luna y sus complejidades, es algo cíclico. Una especie de fastidio o incomodidad me van saturando y es buen momento para desfogar cuando los sentidos están exaltados. La mayoría de las veces escribo en mi escritorio y me estimulo con algo de vino, otras veces siento la necesidad de llevar la PC a la mesa de mi comedor, que es otro buen lugar, para abordar tal o cual tema, pero también puedo salir hacia un lugar aislado en un café tranquilo. Así se me da, creo que son caprichos de los hemisferios cerebrales.

¿Cómo nació Plumas en mis cornisas, tu reciente poemario?
Es consecuencia de un trabajo acumulado en los últimos años en caminos de toda índole, subterfugios que, una vez asimilados e impregnados, empezaron a bullir como imágenes en mi cabeza, con un lugar preponderante las aves, tan asiduas e importantes en mi andar – un revoltijo de plumas, tonos arena y neutros. Veía claramente a Inés, la garza mayor, a quien había hecho una larga sesión de fotos hacía un tiempo en un pantano al sur de Lima, ella me enviaba señas que me fueron guiando, y terminó siendo una pieza clave en el curso y fluir del libro.

La pandemia le hizo un alto, no había concentración para proyecto alguno. Me dediqué a registrar a tropezones, como todos cuando nos cambia la vida, lo que me enrostraba el mundo en ese tiempo funesto: la muerte, las prohibiciones, las carencias, las frustraciones, pero también el lado amable, la belleza de la naturaleza en su desorden y magnitud, que veía con nostalgia desde mis ventanas; un refugio emocional invaluable. Y como todo tiene su tiempo y su lugar en el inconsciente, una parte de ese bagaje conforma la estación primera (I) del libro: Un día a la vez.

¿Qué crees que lo defina?
Un destrabar puertas en los últimos complejos corredores de la vía que se acorta para hallar la claridad.
Ordenar, dar su lugar, gritar, no dar marcha atrás, agradecer. Aprendí a descansar un poco, a dejar descansar, y retomar.

Elementos reiterativos en mi largo andar precisaban un lugar protagónico y cuando encontraron su orden y los vi plasmados, dialogando entre ellos, dándose la posta, hallando su lugar entre los textos, fueron días para festejar.

Firmas como Liliana Miranda, pero tu DNI señala que eres Liliana Rivera Cavigiolo, ¿cuál es la historia detrás del pseudónimo y el apellido italiano?
Me registraron como Liliana del Carmen Juliana Rivera Cavigiolo y luego de casarme cambié a Liliana Miranda, sin el (de) por supuesto. Excepto en la época que hacía atletismo competitivo en que me inscribía con el nombre de mi DNI, todo el mundo me llamaba y me conocía como Liliana Miranda, así por largos años. Entonces decidí adoptarlo como un nombre compuesto, que me parece que suena bien. Así, me fui olvidando que tenía otros apellidos, Rivera: Arequipa, puro Misti, y Cavigiolo:  Italia, e incluso cuando escribía para algunas revistas firmaba como Liliana Miranda. Sentí que me hacía falta mi nombre original así que pedí en los últimos años que lo incluyeran en mis libros.

Loukas

Eres una viajera empedernida y nos contabas que estuviste en Italia recientemente, háblanos del viaje y las anécdotas de este, relacionadas con tu libro.
Mira, no inventé el lema “conozca el Perú primero antes de irse al extranjero” pero lo he practicado llevando a mis hijos desde chicos a vivir experiencias coloridas e inolvidables por casi todo nuestro país, y por mi parte además estuve reiteradas veces en Arequipa, Trujillo y Tacna por competencias de atletismo, competencias redundantes a través del tiempo.
El Perú es un país bello, rico, variado, privilegiado, y siento que es un deber de cada peruano remar hacia la misma orilla y hacer una urgente baja policía en cuanto al mal elemento humano que nos está copando. Hay mucha gente valiosa que trabaja en silencio, las que conoces y las que te encuentras en la calle; hay que limpiar el camino porque estamos en serio riesgo de perderlos. La Educación Cívica que recibí en secundaria me enseñó muchas cosas que no olvido.

Contestando a tu pregunta sobre Italia, tenía ese viaje pendiente que se fue postergando como muchas otras cosas por el encierro, el temor de la pandemia y las reglas. Fue un viaje un poco accidentado, el mundo se está reacomodando, hay material para relatos aparte de esos días, que ahora hasta me hacen gracia. Mi premisa siempre ha sido y es la idea de “que nadie te lo cuente” porque cada uno tiene su propia mirada, y en lo posible he procurado viajar.

Estuve en Italia hace muchos años como una persona un poco distinta a la de los últimos tiempos, que quiso volver a convivir un poco más a fondo con la gente del país de mis raíces del lado materno, recuerdos incrustados hasta los primeros años de la adolescencia en que mi abuelo nos hacía practicar el italiano que aprendíamos en el colegio, a través de canciones e historias. Volver después de la catana de la pandemia y pensando que tal vez sería la última oportunidad, le dio un sentir más acucioso. Ese fue el impulso. Llevaba mi último libro con la idea de dejarlo en alguna biblioteca grande de algunas ciudades en las que estaría y, además, un solo ejemplar de “Piel de Setiembre” con un destino especial, programado para la última parte del viaje: San Salvatore Monferrato en la provincia de Piamonte, región de Alessandria. Llegamos hasta allí en un confortable tren, en la estación tomamos un taxi, a través de caminos interrogantes avanzamos hacia las edificaciones de lo que fue el Marquesado de Monferrato, las colinas, filas de viñas, hasta la Torre Paleóloga de 24 metros de altura erigida en 1413 entre otras pertenencias del lugar donde nació mi abuelo, Mario Cavigiolo Pozzi, y su hermana Fausta. Estacionamos en la pequeña plaza frente al Municipio: una iglesia, un café, una farmacia, y una panadería donde probé la focaccia más rica de todo el viaje.

Epitafio

Algunos de mis poemas recrean historias de mis ancestros, como el poema Gran Hotel Bolívar de mi libro Piel de Setiembre, en el que dibujo a Fausta, la joven pianista que arribó desde Italia en algún vapor de la época que surcaba el Atlántico hasta el puerto del Callao junto a un grupo de mujeres con las que conformaban una Orquesta de Señoritas contratadas para tocar en la inauguración del Gran Hotel Bolívar en diciembre de 1924. Pronto a cumplir su centenario.

Con los libros en mano he intentado transmitir a mis congéneres monferrinos estas historias, quienes me escuchaban sorprendidos y con mucho interés.
Alessandra Spriano organizó una emotiva y simbólica ceremonia en el salón principal del municipio, en la que les entregué Piel de Setiembre y Plumas en mis cornisas. Me obsequiaron tres libros importantes sobre su historia: San Salvatore Monferrato Dall’ Etá Romana al XIX Secolo y otros interesantes y valiosos registros de la historia de esa ciudad, que agradezco.

Nos despedimos sintiendo no poder quedarnos a “La Prima Festa”. La Festa di San Salvatore Monferrato Domenica 5 Giugno 2022. Prendi il Passaporto, timbralo tutto e avrai Un Regalo. Piazzetta del Gusto: Menu: Antipasti, Primi, Secondi, Contorni, Dessert. Si supieran lo bien y variado que comemos aquí.

Plumas en mis cornisas se encuentra en diversas bibliotecas en la hermosa Firenze y en la movida Milán donde me entrevisté con las personas contactadas, cuando el flujo de visitantes no estaba normalizado aún, y del propio San Salvatore Monferrato.

¿Qué te sigue emocionando, Liliana?
Me emocionan e impresionan la ternura, la estética, la belleza, no solo en la armonía de formas y texturas sino de la que emana en un gesto, una actitud, una presencia, que marca y alimenta. La naturaleza, que me ha permitido el deslumbramiento en todas sus fases.

A estas alturas de la vida aún me siento como la niña que fui, a la que le gustaba escribir, que ganaba premios de ortografía, que recitaba poemas y cantaba a gritos, que hizo un par de obras de teatro con las chicas de media, que era muy veloz en el colegio, que se comía el mundo en imágenes, que cuando leía en algún portón un letrero que decía “Playa” pensaba con inocencia que era una con mar y todo. Con una memoria de elefante y una enorme y callada sensibilidad.

La autora y su reciente poemario, Plumas en mis cornisas.
2 Comments
  1. Avatar
    RODOLFO SALINAS RIVERA 10 meses ago
    Reply

    QUERIDA PRIMA LILIANA: ME GUSTÓ MUCHO TU ENTREVISTA. TAMBIÉN QUISIERA FELICITAR A LA REVISTA “LEONARDO” POR HACERLA MUY APROPIADAMENTE.
    HAY MUCHO QUE COMENTAR, PERO ALGUNAS COSAS TE DIRÉ. ME GUSTA CÓMO RESPONDES, CON FRASES AMPLIAS, NO CON MUCHOS SINÓNIMOS, SINO CON UNA SERIE DE PALABRAS QUE DESCUBREN LA VARIEDAD, LA RIQUEZA Y LA AMPLITUD DE TUS PENSAMIENTOS, SENTIMIENTOS Y EMOCIONES.
    TIENES FRASES INTERESANTES QUE SON PROPIAS DE LOS POETAS COMO: SENTIRSE HUÉRFANA “COMO CUANDO SALES A LA CALLE Y TE OLVIDAS EL CELULAR”.
    TIENES HISTORIAS MUY INTERESANTES COMO EL VIAJE A “SAN SALVATORE” POR TUS ANCESTROS O LA VENIDA AL PERÚ DE TU TÍA ABUELA FAUSTA. SÓLO ESTO DA MUCHO PARA COMENTAR.
    TU HISTORIA DEPORTIVA ES IMPRESIONANTE, SIENTO QUE EN LA ENTREVISTA PODRÍA DECIRSE MÁS. SERÍA BUENO VER ALGUNA FOTO DEPORTIVA EN LA QUE ESTÉS TÚ.
    ESTÁS MUY BIEN EN LAS FOTOS DE LA ENTREVISTA. LAS FOTOS TOMADAS POR TI SON MUY BUENAS. HAY ALGUNAS HABILIDADES TÉCNICAS QUE QUEDAN OCULTAS, COMO LAS QUE DEMUESTRAN LA FOTO “EPITAFIO” DE LA GAVIOTA ALETEANDO. CON EL FOCO EN LA GAVIOTA CON EL ALETEO PARALIZADO Y LAS PARTES CERCANA Y ALEJADA, FUERA DE FOCO (DIAFRAGMA BIEN ABIERTO Y ALTA VELOCIDAD), UN BONITO EFECTO.
    EN TUS FOTOS ENTÁN PRESENTES LAS AVES Y EL MAR, QUE DESCUBREN TU ALMA LIBRE E INMENSA.
    TÚ TIENES “PLUMAS EN TU CORNISA”, YO TENGO “PLUMAS EN MI TERRAZA”. SON PEQUEÑAS, ALGUNAS FLOTAN LIBRE Y CAPRICHOSAMENTE A MERCED DEL VIENTO. SU ORIGEN SON LOS PICHONES QUE ME DESPIERTAN CADA MAÑANA, SON SÍMBOLO DE VIDA NUEVA, OPTIMISMO Y LIBERTAD, QUE NOS MUESTRAS EN TU POESÍA.
    CON CARIÑO, RODOLFO

    31 JULIO 2022

    • Héctor Molina
      Héctor Molina 10 meses ago
      Reply

      Hermoso comentario que celebramos absolutamente, Rodolfo.
      Agradecidos y honrados por tus palabras.
      #TeamLeonardo

      PD: Perdona la tardanza en responder, un pequeño detalle técnico fue el culpable, gracias.

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