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Columnistas invitados

MÚSICA PERUANA: LOS MEJORES ÁLBUMES DEL 2022: Descubre los discos que marcaron a la música peruana durante los últimos doce meses.16 min read

#YoEscriboEnLeonardo

Después de escuchar decenas de discos locales, el impulso curatorial redujo la selección a sólo veinte álbumes, dejando fuera de la lista a varios lanzamientos que probablemente también merecían entrar. El criterio –una vez ubicados dentro del horizonte estético de cada género musical, cuantificar el nivel de excelencia de cada disco– se encuentra implícito en la redacción de cada reseña. El orden es meramente alfabético.

Alma Rota
Aeropajitas
Independiente

Aunque los elementos de punk, ska y hardcore remiten a territorios familiares de su discografía, las canciones de Alma Rota –el séptimo álbum de Aeropajitas–, vienen cubiertas de magulladuras y moretones propios de los veteranos que regresan al cuadrilátero para redescubrir el sentido de la vida. Así, heroicamente, y con una trayectoria que suma casi tres décadas, varias batallas perdidas y un reloj decididamente en contra, la banda liderada por Macha no sólo nos trae, como en los viejos tiempos, un estallido de disidencia; con Alma Rota, Aeropajitas nos regala su propia épica de la resistencia.

Lolas al aire
Alias La Gringa
A Tutiplén Records

En Lolas Al Aire, álbum debut que recopila un celebrado EP de 2015 y un single ya olvidado de 2016, la agrupación arequipeña Alias La Gringa reactiva la maquinaria del garage punk para articular el malestar y el hastío que habita en los adolescentes demasiado inquietos para adoptar las normas y las buenas costumbres pauteadas por la sociedad. En canciones como “Diablos”, “Payasos” y “Todo me da vueltas”, los instrumentos –el kit básico de batería, guitarra y bajo– y la punzante voz de Diana Matos traen descontrol y una febril violencia que se dirige no hacia el gobierno ni las instituciones –como lo habrían hecho el punk londinense del 77 o, en los ochenta, la escena subte local– sino hacia cualquier cosa que incomode nuestras pulsiones, emociones, deseos –esto es, nuestra existencia. Todo es enajenación en Lolas Al Aire –las paredes cercan, las calles obstruyen, la ciudad limita– pero la velocidad y la furia que el disco pone en funcionamiento hacen que, a fin de cuentas, la vida parezca menos de otros y más nuestra.

Chidísimo más
Ania Paz
Independiente

Las restricciones impuestas por la pandemia limitaron la práctica musical en casi todos sus ámbitos: ensayos, grabaciones, conciertos. Pero fue en el jazz, un género íntimamente relacionado con la interacción de los músicos, donde el impacto del cese de actividades grupales se sintió con más fuerza. Por ello, el álbum más reciente de Ania Paz, Chidísimo más, debe escucharse como un triunfo: en algunos de sus temas más logrados –“Los Cirros”, “Gotas”, “Maybe Blue”, “Pregunta”– los músicos involucrados trascendieron las limitaciones físicas y geográficas forzadas por el Coronavirus, intercambiaron archivos de audio a través de Internet y echaron mano de la producción virtual para concretar el proyecto. Sin embargo, las virtudes del disco no se limitan a su realización, sino que incluyen su propuesta estética. En un género donde la virtud de la sección rítmica radica en su cohesión, la de los solistas en su habilidad para improvisar sin caer de forma automática sobre el marco establecido por el compás y la del grupo en su totalidad en avanzar en sincronía conservando la voz y sensibilidad de cada integrante, Chidísimo más es un logro artístico que cumple a cabalidad con el principal objetivo de la práctica del jazz: crear un mundo sonoro a partir del intercambio, la adaptación y la cooperación.

El amor no es para los débiles
Bareto
Agogo Records

El álbum más reciente de Bareto fue grabado durante un periodo de crisis para la banda –dos de sus integrantes fundamentales, el guitarrista Joaquín Mariátegui y el cantante Mauricio Mesones, la abandonaron para embarcarse en sus propios nuevos proyectos– y esta etapa de cambios se vio reflejada en un puñado de canciones atravesadas por una sensación de despedida y por la necesidad de encontrar una cura a través de la música. Aunque los vocalistas invitados para llenar el vacío dejado por Mesones –Bartola, Melcochita, entre otros– cumplen con la función que se les ha encargado, la mayor fuerza del álbum la hallamos en las canciones donde los integrantes de la banda unen sus voces para reencontrarse y seguir hacia adelante.

Laberinto
Catervas
Independiente

Aunque las guitarras hayan pasado a un discreto segundo plano y los sintetizadores y las cajas de ritmo tengan una mayor presencia, canciones como “A través del silencio” y “Espejismos” continúan explorando una constante en la discografía de la banda: traducir estados emocionales en texturas sonoras y paisajes del mundo exterior. El resultado, encomiable, por supuesto, es también una prueba del espíritu de búsqueda inquebrantable de Catervas, una banda que, a pesar de contar con un estatus casi clásico en el canon del rock peruano, no duda en arriesgar su lugar en el panteón para innovar, renovar y mantener viva su propia visión artística.

A todo ande
Diosdado Gaitán Castro
Sunqumayu Producciones

Uno de los más importantes renovadores del huayno contemporáneo alcanza una nueva cima en su carrera con su más reciente lanzamiento: A todo ande, un álbum donde las sonoridades modernas y tradicionales convergen para producir un puñado de canciones que beben de la música vernácula de la sierra central, sin escatimar destellantes arreglos instrumentales, suntuosos bajos eléctricos y macizos golpes de batería.

Cumbias para trapear
El Sucumbión
Independiente

El desmesurado, jubiloso y en ocasiones hilarante álbum debut del dúo peruano El Sucumbión recicla un puñado de marcas sonoras de la cumbia de los setenta –su cadencia rítmica, sus guitarras eléctricas, su atmósfera psicodélica– y las actualiza a través del dubstep, el dancehall y el reggaetón; es decir, a través de tendencias más o menos recientes de la música electrónica de baile. El proyecto revela la intención de transfigurar la cumbia local –en especial, la amazónica– para liberarla de sus límites regionales y tentar las posibilidades que se le abren cuando se le busca integrar a escenas cosmopolitas de alcance internacional. La idea no es nueva –Dengue Dengue Dengue e Hit La Rosa también la practican– pero si lo que buscamos no es abstracción electrónica ni una virtuosa conexión instrumental, sino reconectar a la cumbia con la fiesta, el gozo y el deseo que se respira en concurridas y sudorosas pistas de baile, entonces hemos de buscar a El Sucumbión.

Pasajero
Fabricio Robles
Independiente

Instalado desde hace cinco años en Buenos Aires, el cantautor peruano Fabricio Robles acaba de lanzar Pasajero, un álbum que hunde sus raíces en la música popular latinoamericana aun cuando, a través de acordes jazzísticos y timbres contemporáneos, aspira a proyectar un aura decididamente cosmopolita. Esta aproximación, en la que ritmos afrocubanos y sudamericanos son tratados con la precisión de una pista de música electrónica, y en la que multitud de acordes se suceden hasta conformar progresiones armónicas de evocativo aliento narrativo, se revela de gran utilidad para articular los anhelos, deseos y declaraciones de amor que Robles despliega en sus letras. A lo largo del álbum, especialmente en canciones como “Tata” y “Sonrías”, se hace evidente la madurez musical que Robles atraviesa, así como sus logradas y peculiares formas de hacer que la música latinoamericana se apropie de sonoridades globales y contemporáneas sin perder del todo su propia identidad regional.

Contratiempo
Flavia Marsano
El Volcán Música

Contratiempo, el álbum debut de Flavia Marsano, es una breve, pero contundente muestra de indie pop. Construido sobre exactas y crujientes cajas de ritmo, analgésicos acordes procesados en el sintetizador, una voz adolescente de dulzura arrolladora y un eventual acento pulsado en la guitarra eléctrica, el disco trae ocho canciones poseedoras de un tono candoroso, férvido, incluso iluso en su idealización del amor. El logro de la placa está en que, aún en sus momentos de mayor ingenuidad, Marsano se las arregla para sonar segura de sí misma, como un adolescente aferrado a un sentimiento arrebatador, fugaz, extraordinario.

Karmen
Jhony Welker
CERO SOPLONES INC

Karmen, el álbum debut de Jhony Welker –rapero venezolano establecido en Perú y tercio esencial del grupo Inkas Mob–, es un logrado compendio de las opciones estéticas de la música urbana en 2022. Durante cuarenta minutos, el álbum se desplaza del trap y el reggaetón al electro funk y el hip hop con una sorprendente y sofisticada soltura, mostrando una saludable indiferencia ante las consideraciones ideológicas que limitan la práctica de ciertos géneros musicales asociados con la credibilidad callejera. La glorificación del tráfico de drogas típica del trap le abre paso al tópico de la supervivencia en el barrio del hip hop, donde Welker puede lucir su veloz virtuosismo vocal. Sin embargo, la música de Karmen, está marcada, también, por una sensibilidad pop, por los ritmos que seducen en la radio y en la pista de baile. Luego de una primera audición, esta variedad de estilos puede resultar apabullante, pero, tras un par de vueltas, su diversidad se torna deslumbrante.

Fragmentos
Juan Nolag
Independiente

La nueva entrega de Juan Nolag –alias solista de Juancho Esquivel, más conocido en la escena local por su rol de tecladista en Catervas– trae quince piezas breves de música electrónica que buscan representar musicalmente las emociones vividas durante la pandemia covid-19. Aunque el objetivo del álbum puede pasar desapercibido para sus oyentes, la sensación de incertidumbre y vulnerabilidad a la que nos llevó el virus nacido en Wuhan se ve plasmada en el marcado contraste entre una permanente sucesión de oscuros acordes tocados en los sintetizadores y las espasmódicas apariciones de instrumentos acústicos como el piano, la guitarra y el violín. Es precisamente en este contraste tímbrico donde el oyente puede experimentar la sensación de una mortalidad confrontada por un escenario inesperado, inmanejable, inexplicablemente letal.

Homenaje a El Carmen
Los Hermanos Ballumbrosio
Buh Records

A lo largo de un proceso cultural, turístico y musical que lleva más de cincuenta años, el distrito chinchano de El Carmen ha terminado convirtiéndose en una verdadera leyenda peruana. Dependiendo de los ojos con que se le mire, esta localidad de población mayoritariamente negra, ubicada en la zona rural del departamento costeño de Ica, puede concebirse como el patrimonio vivo de la herencia africana local, como el enclave identitario de una imaginada comunidad diaspórica o como el utópico centro originario de los ritmos y bailes de la música afroperuana. La leyenda de El Carmen, ciertamente, es sostenida por otra leyenda, la de la familia Ballumbrosio. Cuidadosamente articulada alrededor de la figura de su ya fallecido patriarca, el recordado Amador Ballumbrosio Mosquera, esta familia ha logrado encarnar las tradiciones musicales asociadas con el mítico distrito chinchano, no sólo conservándolas, sino propagándolas a través de múltiples proyectos de diversas sensibilidades e intenciones. De hecho, su influencia puede sentirse en grupos y artistas tan distintos como Perú Negro, Susana Baca y el rockero Miki González. En Homenaje a El Carmen, álbum lanzado recientemente por Buh Records, podemos encontrar los principales atributos musicales que, durante casi medio siglo, se le han atribuido El Carmen y a la familia Ballumbrosio: canciones asociadas con festividades locales, villancicos tradicionales, ritmos esenciales de la tradición afroperuana como el festejo y el panalivio. El hecho de que la producción del álbum –realizada por Manongo Mujica– se haya enfocado en reproducir la sensación de una grabación de campo, dirigiendo el foco de la mezcla tanto hacia los instrumentos de percusión como al zapateo y a la atmósfera que rodea la performance, enfatiza el objetivo de este disco: convertirse en el documento definitivo del utópico archivo ancestral de la música afroperuana que asociamos con El Carmen. La propuesta basta para asegurar que la leyenda continúe.

Haiku
ORIENTE TRÍO
Independiente

En el segundo álbum de Oriente Trío nos adentramos en un territorio donde convergen la exuberancia melódica de la cumbia peruana y la estudiada interacción instrumental del jazz. Las canciones están cargadas con el voltaje de las guitarras eléctricas cultivadas a orillas del Amazonas y maceradas en los tonos chicha de la ciudad, pero cálidamente amortiguadas por una sección rítmica de superficies suaves, tersas, delicadas, rara vez quebradas por cualquier intento de protagonismo o veleidad individual. Aquí, en este fluido disco instrumental, están la lluvia tropical de la selva y el cielo nublado de la ciudad, la jubilosa melancolía de la chicha y las meditadas observaciones de los músicos académicos, la salvaje complejidad de la multiplicidad cultural y la perfecta armonía que se busca en toda utopía musical.

Manglar
Panoptia
Independiente

El más reciente lanzamiento de Panoptia –proyecto solista de Julio Guillén, ex tecladista de Satélite Menor– es, en su mayor parte, un disco de música ambient donde sutiles variaciones melódicas tocadas en los sintetizadores avanzan sobre una superposición de clústeres tonales, notas pedales e intermitentes pulsaciones que invitan al viaje interior y la contemplación. Si bien es necesario resaltar el trabajo con los patrones rítmicos en la Roland TR-808 –Guillén consigue crear una sensación de gravedad cero con una máquina tradicionalmente usada para hacer vibrar las pistas de baile– no queda clara la inclusión del tercer tema (“Raíces”), cuya densidad contrasta con la belleza etérea que flota sobre el resto de la placa. Con todo, Manglar es un lanzamiento que vale mucho la pena, un casi notable disco de ambient que promete logros futuros para su autor.

Iskay
Ricardo Villanueva, Sylvia Falcón
Independiente

Iskay, expresión quechua que designa al número dos, es también el nombre del álbum recién grabado por el guitarrista Ricardo Villanueva y la conocida soprano e intérprete de lírica andina Sylvia Falcón; un hermoso y delicado disco donde se reinterpretan algunas de las más admiradas composiciones del repertorio del huayno peruano. Gracias a una combinación de virtuosismo, sensible manejo de sus recursos y un conocimiento milimétrico del material, Villanueva y Falcón consiguen que las historias de anhelo y desamor expresadas en clásicos del género como “Urpischallay”, “Challwaschay” y “Amapolay” vuelvan a la vida con un brillo minimalista y una ejecución exquisita y admirable que regresa al pasado no para homenajearlo, sino para actualizarlo y volverlo relevante para los oídos de hoy.

El mundo es fabuloso
Santa García
Independiente

En las canciones del álbum debut de Santa García –canciones de corte confesional que podrían caer bajo la etiqueta de cantautor si no fuera por el diálogo constante entre la primera y segunda persona y por el itinerante acompañamiento de una enérgica banda de rock– el oyente es invitado a un viaje de autoconocimiento que se revela como el punto de partida para amarse y aceptarse a uno mismo. “Está de más ser entretenido”, anota el segundo verso de la primera canción y la sentencia atraviesa y define los nueve cortes de la placa, donde los momentos de duda y decepción –amical, familiar, amorosa– son aprovechados por el cantante para evaluar su pasado y forjar su propio futuro.

Epifanías
Susana Baca
Pregón Producciones

Un año después del lanzamiento de un celebrado disco de pop cosmopolita de raíces tradicionales, Susana Baca vuelve al terreno del folclor nacional con una antología de canciones de navidad recuperadas luego de un largo proceso de investigación, transcripción y adaptación realizada a través de los talleres de su Centro Experimental NEGROcontinuo. El álbum –titulado Epifanías en referencia al momento de asombro en el que una verdad se hace evidente– se vale de canciones donde convergen las músicas de las culturas europeas, andinas y afro para revelar el mestizaje que subyace a la a menudo esquiva identidad peruana.

Rework
Tayta Bird
Independiente

Tayta Bird remezcla sus primeros singles y elabora una suite de música electrónica que trasciende la suma de sus partes. Casi como si se tratara de un DJ set, el músico apurimeño enlaza un puñado de sus viejas composiciones sobre un tempo que fluctúa entre el house y el trance, y se vale de la ductilidad de sus ritmos para entretejer melodías y timbres provenientes del Ande con sonoridades y estructuras que van del tropical house a la EDM. Si bien los referentes estilísticos del disco pueden parecer conservadores y hasta reaccionarios –en especial si tomamos en cuenta la enorme influencia que géneros más contemporáneos como el tropical bass han tenido sobre productores y DJ locales– la síntesis de tradiciones regionales con estilos globales propuesta por Tayta Bird no sólo resulta lograda, sino que refresca con cierto candor las posibilidades de fusión entre las músicas andinas y la electrónica de baile en el Perú.

Diseñar y destruir
Varsovia
Buh Records

Aunque Diseñar y destruir enfatiza los matices EBM e industriales que uno ya podía detectar en el debut de la banda –Recursos inhumanos, lanzado hace ya siete años– el impulso postpunk en que se funda la propuesta de Varsovia permanece intacto. Lo encontramos en su mezcla de maquinismo y agresividad, violencia e indiferencia, retórica política y frío desdén, exquisitez estética y feroz brutalidad. El hecho de que la banda tome a la historia peruana como marco de referencia demuestra no busca repetir un molde, sino apropiarse de un género musical para reformularlo bajo sus propios términos.

Baila o muere
Vílchez Huamán
Independiente

El álbum más reciente de Vílchez Huamán, Baila o muere, puede escucharse como una tardía pero aun así efectiva síntesis de algunos de los elementos centrales de la más avanzada música pop de finales de los años setenta; no sólo los siniestros ecos dub que resonaban en la Metal Box de PIL, el inspirado amateurismo tribal de las Slits, y el funk retorcido y acerado de Gang of Four; no sólo el post disco neoyorquino, el ruidoso avant garage industrial de Pere Ubu y el afropop mutante cocinado al alimón por Brian Eno y los Talking Heads; sino también las melodías de sintetizador que una decena de bandas inglesas le robaron a Kraftwerk para crear su propia utopía futurista en medio de los grises suburbios londinenses –es decir, un esfuerzo por devolverle a los tiempos que corren lo que fue logrado hace casi medio siglo por el post punk: que las guitarras rock suenen globales y mestizas; que la música de baile tenga un filo cerebral y político. Vale decirlo: su mejor disco hasta el momento.

 

1 Comment
  1. Avatar
    Mauricio Escobar 5 meses ago
    Reply

    Buena actualización musical…peruana.
    Es un agrado ver qué las raíces andinas están en cada una de los albums. Aunque sea por título de las canciónes 👍

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