La animación no siempre tiene que ser infantil o familiar, la plastilina no tiene por qué ser cándida.
#YoEscriboEnLeonardo
Pensar en plastilina puede transportarnos a nuestra niñez, a pensar en los muñecos que hacíamos en el jardín, quizás en primaria, o si son plastilinalovers como yo, seguir haciéndolos de viejos. Si recordamos animaciones con plastilina podemos pensar en Pollitos en Fuga, Wallace y Gromit o tal vez el pingüino Pingu. Pero, ¿alguna vez te has topado con el capítulo en el que Pingu lucha por sobrevivir al monstruoso La Cosa?, ¿o ese video simpsoniano en el que un Krusty Joker le vuela los sesos a Kent Brockman?


La animación no siempre tiene que ser infantil o familiar, la plastilina no tiene por qué ser cándida. Y sí, la animación adulta no tiene por qué ser violenta. Pero siempre me ha atraído la sensación de contraste que genera ver plastilina sangrienta, porque son como dos ideas que se oponen, pero al mismo tiempo cuadran muy bien.

La primera vez que me encontré con este tipo de animación fue viendo Celebrity Deathmatch en MTV a finales de los 90´s. El capítulo que vi me enganchó enseguida, fue el reencuentro de Los Beatles titulado “A hard day´s fight”. Apenas presentaron a los cuatro de Liverpool, todo se tornó violento con Ringo Starr agarrando a baquetazos a George Harrison. Entre diálogos y golpes, se contaban algunos de los acontecimientos que posiblemente separaron a la banda, resaltando la batalla de egos. El capítulo termina con un concierto inédito de John y Paul acompañados de Yoko Ono, una joya animada que pueden encontrar en YouTube. Otros capítulos memorables de Celebrity Deathmatch son el de Marilyn Manson contra Charles Manson o el de Sylvester Stallone vs Arnold Schwarzenegger.

Años más tarde y con YouTube como fuente principal de consumo, me encontré con los videos de Takena, un animador japonés con un estilo gore muy limpio y perturbador.
La arquitectura de sus escenografías da la impresión de una casa de muñecas, con colores pastel que contrastan con el rojo vibrante de la sangre que manchará todo. El diseño sonoro es fundamental para construir la atmósfera macabra de su obra, sonidos midi muy puros y efectos de audio que parecen sacados de bibliotecas de videojuegos. Chainsaw Maid del 2007 es un buen corto para empezar a conocer al desquiciadamente talentoso Takena.

En la última década surgieron varios animadores que exploraban este estilo, sin duda el más destacado por la técnica y narración es Lee Hardcastle. Este animador presenta una larga y bizarra historia que incluye viajes en el tiempo, cruce de universos y un excesivo uso de esteroides de Marge Simpson, contada en varios capítulos.
Ha realizado unas adaptaciones de plastilina de Rick & Morty para Adult Swim, en las que explora diferentes maneras de matar a Morty a través de escenas clásicas de cine de terror o lado B. Por otro lado, su trabajo de cortometraje llega a la cima con las dos entregas de Spook Train, dos historias que a pesar de verse muy artesanales, con cartones, cartulinas o plastilina que no aparentan ser otro material, realmente perturban –y entretienen a quien las vea.
Spook Train: https://www.youtube.com/watch?v=F86q5e19Yfg
Para finalizar este viaje de plastilina roja y visceral, me gustaría dejarlos con un video animado por Victor Haegelin, conocido en redes como @Patagraph.
Si les gusta el cine de Tarantino, lo disfrutarán.
Good fight! Good night!