Patrick Murayari: memoria amazónica.

Patrick Murayari Wesemberg (Iquitos, 1992), es un fotógrafo y realizador audiovisual amazónico. Cursó estudios de fotografía en el Centro de la Imagen. Es cofundador del colectivo Piquete Fotográfico, medio de comunicación independiente que busca sensibilizar y visibilizar los múltiples problemas socioculturales y eco territoriales que ocurren en nuestro país.
En 2023 participó en el Festival Internacionales de Artes Visuales VER / VOIR haciéndose acreedor al premio que otorga la Embajada de Francia con la serie Memorias del monte. Un año antes, obtuvo el segundo lugar en el Concurso Internacional de Fotografía “Soluciones Innovadoras de Pueblos Indígenas”, organizado por FSC Indigenous Foundation.

En el 2021, ganó el primer lugar del concurso de fotografía “Pueblos indígenas y áreas naturales protegidas”, organizado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp), Andes Amazon Fund y la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). En el 2020, fue finalista del concurso de fotografía “El mundo desde mi ventana”, organizado por la Unión Europea en Perú.
Patrick es descendiente indígena de la comunidad kukama-kukamiria y su trabajo se centra en documentar la vida en la Amazonía peruana, así como la preservación de las costumbres e identidad de los pueblos indígenas. Actualmente, vive y trabaja en Iquitos, Loreto. Esta es la amplia y relevante entrevista que dio para Leonardo.

 Patrick Murayari, memoria amazonica | leonardo.pe
Patrick Murayari

 

Patrick, ¿cómo nace en ti esta pasión por la fotografía?
– Nace de dos experiencias vivenciales que marcaron posteriormente mi mirada como fotógrafo. La primera viene de mis reflexiones acerca del espacio donde he vivido mi niñez y adolescencia, ahí pude observar la magnitud de la desigualdad, la violencia y la injusticia que existe y se normaliza en nuestro país, y que, de esas problemáticas sociales, no estaba ajeno mi barrio Pueblo Libre, una de las zonas más peligrosas de Iquitos.

Frente a esta situación, sentí la necesidad de tomar acciones y buscar un medio para poder expresarme de lo que observaba en ese momento. En ese contexto, encontré la oportunidad de formarme en el proyecto social Aula Móvil de la asociación cultural La Restinga de Iquitos. El proyecto fue un espacio formativo donde los beneficiarios pasaban por diferentes talleres artísticos interdisciplinarios, y en ese proceso de aprendizaje, nos capacitaron en cine y fotografía con un enfoque social y humanista.

Esas dos experiencias se juntaron, y motivaron mi pasión por la fotografía como medio de expresión y difusión.

¿Cuál fue tu primera cámara?
Un día mi hermana mayor llega a casa con una cámara pequeñita, que parecía de juguete, pero era una cámara casera digital de la marca Vivitar. Recuerdo que el objeto me pareció muy curioso, tanto así que fui apoderándome poco a poco de él. Con esa cámara hice mis primeras fotografías en la Amazonía.

 Patrick Murayari, memoria amazonica | leonardo.pe  Patrick Murayari, memoria amazonica | leonardo.pe

Tu hoja de vida señala que eres egresado del Centro de la Imagen…
En el año 2013 fui uno de los 10 finalistas del concurso nacional de fotografía Cómo somos los peruanos, que organizaba el Centro de la Imagen y la revista Somos. En aquella edición postulé una serie de dos fotografías que realicé un año antes en la comunidad Bora de Pucaurquillo, en Loreto. En ese momento yo estaba viviendo en Lima, y asistí a la inauguración de la exposición de los finalistas y ganadores del concurso; esa noche mientras todo el directorio del Centro de la Imagen estuvo presente, decidí abordar a Roberto Huarcaya, director de la escuela, para preguntarle si existía o había la posibilidad de acceder a una beca para estudiar ahí. Recuerdo que me observó con su mirada seria, pero cálida, y me dijo que le habían gustado mis fotos, que tenían algo especial, no entendí a que se refería, pero sentí que su comentario fue genuino.

Me citó otro día a su oficina para conversar sobre el tema, y al final de varias reuniones, accedieron a entregarme una beca completa, pero en la práctica, la beca al final se convirtió en un convenio de estudios, porque mientras estudiaba la carrera, trabajaba en la escuela sin sueldo. Nunca se dijo, pero era aceptar las condiciones o quedarme sin estudiar. Igualmente, estoy agradecido por la oportunidad de estudiar en una de las mejores escuelas de fotografía de Sudamérica.

¿Con qué escuela o estilo fotográfico te podrías identificar?
Es una pregunta que siempre me la hacen en relación a mi trabajo fotográfico. No tengo como referencia a una escuela fotográfica o artística en específico, porque mis aprendizajes vienen de diferentes campos creativos y de investigación, pero está claro que mi formación académica viene de corrientes, de escuelas y estilos fotográficos, como las experiencias de los fotógrafos de la Bauhaus, de la generación Beat, de los fotógrafos de la Farm Security, de los fotógrafos de guerra, y de la corriente documentalista latinoamericana de los 60´s hasta los 2000. Mi estilo fotográfico se mueve entre el fotoperiodismo, documental y de autor.

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¿Cuáles son los referentes que puedes identificar en tu trabajo?
Me gusta mucho el cuerpo de trabajo de Robert Frank, particularmente con el proyecto “Americanos”, que rompe en su momento el concepto tradicional y académico de la fotografía en los años 60´s; he investigado el trabajo de la maestra Graciela Iturbe, leyenda de la fotografía latinoamericana; el trabajo de Sebastián Salgado es impresionante, un genio de la fotografía. También he tomado como referencia en mi obra, los trabajos de Martha Rosler, Carlos “Chino” Domínguez, Daniel Pajuelo y del trabajo que realizan los miembros del colectivo Supay Fotos.

¿Qué inspira tu fotografía?
– Te responderé de dos formas:
Mis fotografías buscan crear reflexiones situadas del territorio amazónico, para comprender desde la mirada de los que habitamos en ella, las luchas y vivencias del espacio en donde vivimos, intentando generar lazos colectivos de solidaridad, empatía y respeto frente a otros modos de ver el mundo.

La Amazonía es una fuente de inspiración constante para mis procesos creativos, y esa inspiración no solo se concentra en el territorio, también atraviesan otros procesos de reflexión como la tradición oral, las representaciones de los conocimientos ancestrales y las formas de resistencia de las comunidades indígenas frente a la globalización. Esta gran fuente de inspiración, se complementa con mis búsquedas creativas en la poesía y el cine.

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¿Cómo defines la identidad amazónica, Patrick?
Desde un enfoque cultural, la identidad amazónica está íntimamente vinculada a nuestros orígenes, porque nuestros pensamientos, nuestra forma de ver la vida, está sujeta a nuestras costumbres hereditarias que están arraigadas al territorio en donde vivimos.
Pero, desde mis observaciones, la identidad amazónica aún está en construcción, no encuentra aún una identidad en común, porque la identidad ya no es solo cultural, también involucra otros aspectos, como los cambios integrados propios de un proceso de aculturación colonial, sumado a las nuevas tecnologías, que generan nuevos lenguajes y formas de ver el mundo.
Es un tema que hay que profundizar, porque se podría decir que en la amazonia hay diferentes identidades, donde la única coincidencia y similitud entre todas esas identidades, es solo el territorio, y ya no necesariamente con nuestra herencia ancestral.

¿Qué tan cerca o lejos estamos de ser medianamente coherentes con
nuestra historia?
La verdad es que estamos bien lejos de ser coherentes con nuestra historia, iniciando con el discurso que nos enseñaron sobre la idea del país como “Nación”. El Perú no es una nación, es un territorio pluricultural donde existen diversas naciones con sus propios sistemas y formas de vida, pero desde la creación de la república, la historia siempre fue y es injusta con las comunidades indígenas, campesinas, y la clase trabajadora, que siguen exigiendo en plenas celebraciones del bicentenario, las condiciones necesarias para vivir en un país justo, democrático y presente.

La historia en la Amazonía no está ajena a este contexto, dado que el Estado junto con los grupos de poder, construyeron una historia de acuerdo a sus intereses para generar un discurso de desarrollo occidental que ha intentado invisibilizar las atrocidades que cometieron con los pueblos originarios, al considerarles desde una mirada euro centrista como salvajes, y este modelo colonial, sigue presente y normalizado en nuestro territorio.

¿Qué otros artes y artistas han llamado tu atención recientemente?
Antes de formarme como fotógrafo y comunicador audiovisual, entre los 18 y 21 años, me dedicaba a la danza contemporánea y la performance, con mis amigos hicimos varias obras y proyectos desde ese medio artístico. A raíz de esta experiencia, me interesan las artes escénicas como medio de expresión, este interés coincide con las oportunidades que estoy teniendo ahora en el cine como actor, eso me anima a participar de espacios de formación y seguir el trabajo de artistas escénicos, actores de cine, teatro, performance, etc.
La poesía y el cine también son parte de mis intereses y búsquedas constantes de autores y artistas que tienen un cuerpo de trabajo que tengan relación con mi obra. Últimamente no estoy siguiendo a algún artista específico, pero sí veo el trabajo de Sara Aliaga Ticona, Sharon Castellanos, Pavel Martiarena, Liz Tasa, David Díaz Gonzales, Monarca Criollo, Jero Gonzales, Piquete Fotográfico, Alejandra Orozco, Marco Garro, Enrique Pezo, Milagros Olivera Noriega, Tawna Cine y Mujeres Mirando.

Coméntanos sobre el premio que acabas de obtener, Patrick.
Es una residencia que se va a realizar en Marsella, Francia. La obtuve después de ganar el premio Embajada de Francia del concurso de fotografía Ver Voir, organizado por el Festival Internacional de Artes Visuales Ver Voir 2023. La residencia consiste en participar en un laboratorio de artes visuales y visionado de portafolio. Durará un mes, será entre junio y julio de este año.

Es mi primera experiencia en el extranjero, nunca había salido de Sudamérica hasta ahora. Así que va a estar muy bueno viajar, conocer y aprender nuevas herramientas y culturas, y será importante para mi trabajo como fotógrafo.

Qué hay sobre la posibilidad de exponer en breve o mediano plazo.
– Esa pregunta está siempre presente en mi cabeza y en mi agenda, pero la vida, los proyectos comunitarios y los largos viajes a las comunidades indígenas por trabajo, hicieron que lo aplace hasta ahora, pero ya le puse fecha en mi agenda y estoy coordinando con la Dirección Desconcentrada de Cultura Loreto – DDC, con el fin de separar una sala de exposición para el 2025.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar en la primera edición de Conjuro de Estrellas?
Fue una experiencia enriquecedora e intensa, porque las primeras ediciones de cualquier proyecto comunitario, son siempre un reto que al final se vuelve muy gratificante. Recuerdo que para esa edición Milagros Olivera de Memira Kunia, estaba realizando una investigación en Iquitos sobre la situación de las mujeres en la Amazonía y me convocó para participar del proyecto Conjuro de Estrellas: la historia de 7 mujeres amazónicas loretanas vivas cuyas fotos se exhibieron en una exposición dentro de un espacio público de Iquitos. El proceso creativo y artístico fue codirigido con Milagros Olivera.

¿Cuáles son las historias que más recuerdas de tu familia?
Una de las imágenes más recurrentes que tengo al momento de pensar en mi familia, es cuando fuimos a visitar a mis abuelos por el río Amazonas. Recuerdo que tenía 10 años, y desde que salí de mi casa hasta llegar al lugar donde vivían mis abuelos, fue toda una aventura, una experiencia inolvidable; entre reflexiones y aprendizajes en medio de la inmensidad de la selva. Los otros recuerdos son la convivencia con mi familia en época de creciente, todos los inviernos eran recuerdos únicos porque cohabitábamos con el río sin salir de casa.

¿Cómo defines tu trabajo?
Mi trabajo fotográfico transita entre el documental, la etnografía y la investigación, a través de esta línea, busco documentar la vida en la Amazonía, exponiendo diferentes problemáticas urgentes e históricas, y generando una memoria visual viva de las costumbres y conocimiento ancestrales de nuestros pueblos originarios, intentando a través de ello, fortalecer la identidad de la población amazónica, que ha perdido el significado de respeto espiritual y cultural sobre el territorio en donde vive.

¿Qué te sigue emocionando de nuestra Amazonía?
Me emociona cuando viajo a las comunidades, es como si el tiempo se detuviese y sientes como que ingresas a otra dimensión, entendiéndolo como otra forma no occidental de ver y entender la vida. La relación de los bosques, los ríos y la gente, aún existe esa comunicación ancestral de amor y respeto, algo que en las ciudades amazónicas ya desapareció.

A pesar de que este sistema esté socavando poco a poco la identidad y el territorio, la Amazonía se resiste a desaparecer. La fuerza que tiene el territorio amazónico para adaptarse a los cambios, me parece increíble y digna de admirar. Si bien es cierto, no hay que romantizar a la Amazonía como fuente inagotable de vida, espacio de retiro espiritual y la propia cultura originaria como guía moral. La cultura es cíclica, los modos de ver y hacer van cambiando y adaptándose en cada tiempo determinado.

En ese contexto, la población amazónica contemporánea arrastra heridas y traumas del pasado, llegando a normalizar la violencia y patrones coloniales como discurso único de progreso, generando individualismo y dependencia a este sistema capitalista.

¿Qué te subleva?
Que el Estado no se haga cargo de las responsabilidades y obligaciones que tiene con el pueblo, en relación a una educación de calidad, a la salud (física y mental), y políticas públicas que recorten las desigualdades sociales en todo el país. Me subleva que sea un Estado ausente, y que, al momento de tomar posición, defienda los intereses de unos cuantos, que la corrupción esté enquistada y sea difícil de enfrentarla. En fin, esta perversa forma de gobierno, en algún momento tiene que ser reformado, por el presente y un futuro justo para todas y todos los que vivimos en este territorio.

¿Cuál es tu sueño?
Uno de mis grandes sueños es crear el museo de la memoria y reconciliación, para conmemorar la muerte de los miles de indígenas en la época del caucho. Otro gran sueño es, crear una escuela en Pueblo Libre – Belén y Varillalito, que funcione como espacio de encuentro y formación académica y cultural, porque parte de mi posición política y mi formación como foto periodista, es gracias a estos espacios; porque me enseñaron a entender la realidad desde el fondo de sus dinámicas y normalizaciones sociales perversas herencia de un colonialismo salvaje, entonces, hay que trabajar en estos espacios y ser el frente de cambio y resistencia. Otro de mis sueños es poder vivir contando historias de la Amazonía y otros territorios del mundo, y que mi familia logre tener una vida digna.

Otros sueños; mi sueño como fotógrafo y artista visual, es exponer en el MoMA o en el Festival de Venecia, ganar un World Press Photo, un Pulitzer, o una Palma de Oro del Festival de Cannes.

Mi sueño amazónico es, tener una casa frente al río, con un mirador desde donde se vea el horizonte infinito de la selva, una cocha dentro del terreno donde pueda pescar, sin contaminación ni invasiones.

Por Leonardo

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