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ESTACIÓN ZOMBIE: TRAIN TO BUSAN 부산행8 min read

El rugido de los zombies que hacen eco en el cine de terror coreano

#YoEscriboEnLeonardo

El cine de terror surcoreano es diferente del terror occidental en cuanto a la profundidad de sus personajes y la relación entre ellos. Las películas tienen conceptos creativos con un énfasis en la venganza con violencia, lo que hace que sus eventuales finales sean aún más aterradores. Todo gira en torno a las emociones, los personajes están angustiados o perturbados y esto genera increíbles giros en la trama.

El género de terror coreano se enfoca mucho en lo psicológico y lo retorcido. Usualmente se muestra a la familia como una razón por la cual luchar, ya que es una parte importante de su cultura. Además, las temáticas reflejan y expresan problemas sociales, incluyendo el clasismo, el sistema educativo y la obsesión con la imagen social. Corea cuenta con grandes directores  que han creado películas referentes para el cine mundial, el k-horror ha contribuido al cine asiático mostrándonos cuán perversa puede ser la naturaleza humana.

El director surcoreano Yeon Sang-ho nos presentó “Train to Busan” en el 2016, una película multipremiada que ha llevado las películas de zombies un paso más allá. “Train to Busan” es una película de acción, suspenso y terror pero desde el inicio el director nos plantea una idea diferente que la hace especial y que llega al público rápidamente.

La película inicia cuando un camión avanza a través de una zona de cuarentena bioquímica y golpeando a un ciervo, creemos que está muerto, pero rápidamente se empieza a mover y vuelve a la vida con los ojos muertos. Mientras tanto, el administrador de fondos Seok-woo (Gong Yoo) escanea los informes de noticias de “Mysterious Fish Death”.

Seok-woo es un hombre adicto al trabajo, está divorciado, vive con su madre y apenas pasa tiempo con su hija Su-an (Kim Su-an). Está tan distante de ella que le compra una Nintendo Wii para su cumpleaños, ignorando que es el mismo regalo que le dio en el Día del Niño. Está demasiado ocupado con un gran negocio para asistir a su recital de canto, mientras que todo lo que la joven Su-an (Kim Su-an) quiere para su cumpleaños es visitar a su madre en Busan, una solicitud a la que Seok-woo accede de mala gana. Está a solo una hora en tren desde Seúl. ¿Qué podría salir mal?

Es un escenario perfecto para una película de zombies, ya que un simple viaje en tren para Seok-woo y Su-an; se convierte en un viaje en el que un padre intenta subsanar ausencias y crear una conexión para tratar de arreglar una relación inexistente.

Este es el inicio para la configuración de una belleza temática dentro de la película, se configura maravillosamente un elenco de personajes, dándonos ritmo constante en la narrativa. Nos muestran a un par de hermanas mayores, un esposo y su esposa embarazada, un hombre de negocios detestable, e incluso un equipo de béisbol. Como el personaje antagónico tenemos Kim Eui-sung, como el ejecutivo engreído que se convierte en la encarnación de la maldad de primera clase.

Yeon Sang-ho, luego de mostrar la relación que se da entre padre e hija pasa la acción con una mujer que claramente está enferma. Antes de que te des cuenta, la mujer se convierte en una máquina de matar, este hecho nos da una idea escalofriante de lo que está por venir, junto con la declaración traumatizada de un vagabundo de que están “todos muertos, todos están muertos”.

Estos son zombies rápidos, concentrados y violentos. Se replican como un virus, convirtiendo vagones enteros del tren en devoradores de carne con ojos muertos en cuestión de segundos, son una marea atronadora de devoradores de carne que se vierte por los pasillos, sobre los asientos y por los pasillos, una ola necrotizante, que rompe las extremidades, de retorcida maldad. La acción avanza con un caos estimulante, instigado por la disposición claustrofóbica de los compartimentos del tren.

Seok-woo le menciona a su hija Su-an: “En un momento como este, solo te cuidas a ti mismo”, cuando cede su asiento, a lo que Su-an responde “solo te preocupas por ti mismo, por eso mamá se fue”. Pero, a medida que la película se va desarrollando Seok-woo se verá obligado a reevaluar su visión aislada del mundo.

Es por ello que el director plantea la película desde la idea que, incluso en nuestros días más oscuros, debemos cuidarnos unos a otros, y son aquellos que se aprovechan de los más débiles para salvarse a sí mismos los que sufrirán.

Los problemas que surgen en la película ante este repentino desastre se dan porque el gobierno y las autoridades no estaban preparados para este tipo de desastres. Es el gobierno quien tiene el rol de ser una torre de control para solucionar el problema o ayudar a rescatar personas.

La epidemia de MERS que arrasó Corea del Sur en 2015 y un descontento creciente por la corrupción y la disparidad económica, hacen que  “Train to Busan” un apocalipsis zombie sirva como una potente alegoría de la rebelión de clase y la polarización moral.

Dado que “Train to Busan” es una historia que se desarrolla con mucha acción, se necesita cierta conexión emocional para evitar que la película pierda la esencia de su planteamiento inicial. Por eso cabe resaltar, el cambio gradual de Seok-woo, además de otros elementos humanos que son esenciales para contrarrestar la agresión insensible de los zombies. Sin caer en el sentimentalismo, se trabaja con un guion templado con suspenso y situaciones impredecibles, que oscilan entre lo hilarante y lo desesperante.

A diferencia de los personajes de Hollywood cuando enfrentan un desastre que son heroicos y perfectos, Seok-woo de ser un hombre de negocios que actúa de acuerdo con sus instintos elitistas y de auto conservación, se convierte en un personaje entrañable que lucha por proteger a su hija.

Pasa de ser quien reprende a su hija por ceder el asiento a una anciana, o en el otro caso, cierra la puerta a los pasajeros que escapaban Sang-hwa (Ma Dong-seok) y su esposa embarazada Sung-kyu (Jung Yu-mi). Al final de la película podemos ver que Seok-woo aprende que es la cooperación y el altruismo lo que asegura la supervivencia en una catástrofe.

En “Seoul Station”, el director Yeon Sang-ho, inicia su historia describiendo a un grupo de personas sin hogar dentro de la estación central de trenes como la zona cero de un brote de zombis. Podemos darnos cuenta que “Train to Busan” continúa donde lo dejó esa película. Los escenarios que se muestran de humanos y zombies precariamente separados por carros simbolizan adecuadamente la peligrosa brecha entre los ricos y los pobres de la sociedad.

Es característico de este director desarrollar sus historias con personajes despiadadamente malvados, cuya misoginia, sadismo y palabrotas sucias ejercen una fascinación repulsiva. Pero, en lugar de ello en “Train to Busan” presenta algo nuevo para sus seguidores, gente agradable, como la pareja de chicos de la escuela secundaria que se mantienen fieles hasta el final, dos hermanas adultas mayores profundamente afectivas y el vagabundo desinteresado.

El único villano importante viene en la forma de un directivo corporativo maduro (Kim Eui-sang) que calcula que la cobardía es insulsa en comparación con los estafadores, los hipócritas religiosos o los matones de las obras anteriores del director. Pero su capacidad para incitar a los pasajeros a un comportamiento insensible es fundamental para ilustrar cómo funciona la mentalidad de la multitud.

Behind the scene Train to Busan

“Train to Busan” puede que no sea una película muy original ni nueva, porque World War Z fue realizado 3 años antes de su estreno utilizando una abrumadora cantidad de zombies. Además otro referente es una película de Bong Joon ho que no tiene nada que ver con zombies –“Snowpiercer”, con la temática de tren.

Pero además de todo estos elementos “Train to Busan” nos plantea que cuando se da una catástrofe siempre hay una persona importante a la que debemos proteger y puede darse la necesidad de hacer un sacrifico de alguien a quien se ama, una muestra de amor filial.

En esta película podemos conectar más allá del género de la película ya que no habla de qué es lo que realmente nos hace humanos. Para Seok-woo, lo que lo hacía ser humano fue el momento en que se convirtió en padre y tuvo por primera vez a su hija en brazos. Era humano cuando nació ese nuevo sentimiento de proteger y cuidar a su bebe recién nacida, antes de perder su humanidad y convertirse en un zombie.

Muerte de Seok-woo

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