Zelva Uno expone su primera muestra en Pucallpa
“Habitantes de la Selva”, primera muestra individual de Zelva Uno
Se exhibe en la galería Colorimetría Amazónica de Pucallpa hasta el 10 de setiembre.
Luego de diez años de viajes e investigaciones por diferentes ciudades y comunidades amazónicas, y acompañado por cuatro amigos artistas originarios, Valbina Miguel Toribio (Yanesha); Luz Rodríguez Guimaraes (Iskonawa); Melvin Estrella Bardales (Kakataibo) y Alexander Shimpukat Soria (Shipibo), desde este 13 de agosto, Zelva Uno presenta su primera muestra individual en la llamada Tierra Colorada, capital de la región Ucayali.
Joe Fernández Carrasco (Lima, 1988), mejor conocido como Zelva Uno -pseudónimo que lleva desde 2016, es un artista plástico y comunicador social comprometido con la promoción y preservación de las culturas indígenas y la biodiversidad, cuya carrera fusiona arte y activismo.
Su trabajo se centra en la creación de murales que celebran y preservan las tradiciones culturales, la riqueza natural y la memoria colectiva de las diferentes comunidades amazónicas. Ha sido el creador e impulsor de las organizaciones culturales independientes Amazonarte Perú y Creadorxs Latinoamérica, desde las que lideró festivales interculturales y colaboró en eventos internacionales.
Zelva Uno ha recorrido gran parte de nuestro país y ha estado en diferentes lugares de Centroamérica, Europa y África, absorbiendo influencias y perspectivas únicas. Gracias a sus estudios de Dirección de Arte y Marketing cursados en la Escuela Toulouse-Lautrec y a la combinación de creatividad y estrategias efectivas, busca que sus proyectos no solo incidan estéticamente, sino que también tengan impacto duradero en la sociedad.
Joe, ¿cuál es el génesis de esta tu primera exposición individual?
– «Habitantes de la Selva» nace de mi profundo vínculo con la Amazonía, una región que he tenido la fortuna de conocer a lo largo de los últimos diez años. Durante este tiempo, me he involucrado con historias y voces que resuenan en mi trabajo. La selva es un territorio tan inmenso y diverso culturalmente, donde la naturaleza y sus habitantes se entrelazan con sus historias de vida y resiliencia. Esta muestra es todo eso, un tributo a esos seres y comunidades con los que he compartido mi camino, y a través de mis propuestas y plataformas, busco crear puentes que amplifiquen sus mensajes, siempre reflejando su alegría, fuerza y resistencia, así como la hermosa biodiversidad que acompañan sus territorios.
¿Cómo así decides que sea en Pucallpa y no en una galería de Lima, ahora que el arte y las expresiones artísticas amazónicas tienen un renovado vigor y presencia en la capital?
– Decidí realizar mi primera exposición individual en Pucallpa porque creo firmemente que el arte y las expresiones culturales amazónicas deben regresar y resonar en los territorios de donde provienen. Como activista, estoy convencido de que es esencial que las ciudades amazónicas tengan la oportunidad de reconocerse y verse reflejadas en las obras que narran sus propias historias y luchas.
Es innegable que Lima ofrece más espacios, pero sigo creyendo que la mayoría de sus galerías están reservadas para un sector exclusivo, que limita el acceso a un público que necesita salir de sus zonas de confort y conocer el Perú en todas sus diversidades. Para mí es vital que el arte llegue a su gente, a aquellos que viven y sienten la Amazonía, y esta nueva galería Colorimetría Amazónica en Pucallpa, es el lugar ideal.
¿Consideras que Amazonarte, el festival de muralización que impulsas, puede generar un nuevo camino expresivo para los artistas amazónicos?
– Definitivamente, Amazonarte ha sido y sigue siendo una plataforma para exponer a los artistas amazónicos. Desde su primera edición en 2017, hemos trabajado con más de 50 artistas de la Amazonía peruana, creando una plataforma que no solo exhibe su talento, sino que también promueve un diálogo intercultural. Hemos sido pioneros en abrir nuestros espacios para la participación de artistas indígenas de diversas culturas, permitiendo que sus voces, historias y cosmovisiones se integren y fortalezcan la escena artística en el país. Nuestro festival no solo busca mostrar el arte amazónico, sino que también está construyendo una red sólida de artistas originarios, ofreciendo un camino nuevo y necesario para que sus historias y conocimientos encuentren su lugar en el mundo del arte urbano/ contemporáneo.
Para la muestra hemos trabajado con los artistas originarios Valbina Miguel Toribio, Luz Rodríguez Guimaraes, Melvin Estrella Bardales y Alexander Shimpukat Soria (que se mencionan en la presentación). Asimismo, en diferentes momentos, hemos trabajado con diferentes artistas shipibos como Olinda Silvano, Ronin Koshi y artistas Awajún como Wilder Allui.
¿Cuál es el concepto en torno al que giran las diferentes obras?
– Todas las obras de esta exposición giran en torno a la conexión profunda con los seres, energías y conocimientos ancestrales de la Amazonía.
He interpretado y plasmado los saberes que recogí de las comunidades indígenas que habitan la selva y finalmente les rindo un tributo a través de personajes como el jaguar, que simboliza fuerza y sabiduría y las energías o espíritus que forman parte de la cosmovisión de estos pueblos.
Siento que cada pieza es a su vez un escudo que muestra y defiende todo lo que guardan estos territorios, bosques talados, ríos contaminados, comunidades desplazadas, líderes indígenas asesinados y otras historias que, aunque duras de contar, se tienen que mostrar.
Trabajaste las propuestas digitalmente, ¿sientes que esta técnica se adecúa a lo que deseas expresar?
– Sí, trabajar digitalmente me permite explorar nuevas formas de expresión y llevar mis ideas a espacios que antes no hubiera creído posible. Las herramientas digitales me ayudan a simplificar algunos procesos y además puedo llegar a una audiencia más amplia.
Por otro lado, mi propuesta para esta muestra no se limita al ámbito digital, ya que también incluyo obras pintadas en acrílicos y acuarelas; he tratado de aprender y manejar diferentes técnicas para darle una dimensión distinta a mis mensajes según los contextos.
¿De cuántas obras consta la exposición y en qué formatos están?
– Se exhiben un total de 15 obras, de las cuales 10 son reproducciones de una matriz digital, 2 lienzos y 1 hoja de plátano pintados en acrílicos y 2 ilustraciones en acuarela, además 4 pinturas de los artistas originarios Valbina Miguel, Melvin Bardales, Luz Rodríguez y Alexander Shimpukat.
¿Qué presencias referenciales puedes intuir en tu obra, de qué manera las sientes?
– ¡Me encanta esta pregunta! En primer lugar, siento una profunda conexión y responsabilidad con las tradiciones y culturas de los pueblos indígenas de Latinoamérica, especialmente las del Perú. A menudo mi trabajo rinde homenaje a las narrativas visuales de estas comunidades, que han influido significativamente en mi formación humano-artística.
Además, me encanta poner sobre la mesa lo digital y lo tradicional. Para mí, esta dualidad representa el diálogo entre el pasado y el presente, entre las técnicas artísticas ancestrales y las herramientas contemporáneas que ahora la tecnología nos ofrece.
Esto es, en definitiva, una forma de seguir creando espacios que demuestran cómo las prácticas culturales pueden adaptarse y comunicarse en la era digital.
También me siento influenciado por movimientos, como Creadorxs Latinoamérica, que han creado plataformas interseccionales entre cultura, arte y tecnología, así como por el trabajo de activistas y lideresas ambientales como Eva Ortiz Gómez o Valbina Miguel Toribio que me han permitido acompañar sus legados mientras exploro mis propias ideas y visiones.
¿Tendremos la oportunidad de ver la expo en Lima?
– Actualmente no tengo fecha confirmada para la exposición en Lima, pero estamos trabajando en la posibilidad de llevarla. Mi interés principal es seguir mostrando estos trabajos en ciudades amazónicas y llevar las exposiciones y actividades directamente a las comunidades indígenas. De hecho, estamos trabajando en un próximo encuentro de arte en la comunidad originaria Kakataibo, en Yamino, en la región Ucayali.
Si tuvieras que definir la expo en tres palabras, ¿cuáles serían?
– ¡¡Es difícil!! Pero creo que serían «Historias, Conexiones y Colores»
Joe, ¿qué te sigue emocionando?
– Llegar a la selva. Nací y crecí la mayor parte de mi vida en Lima; pero desde que llegué a la Amazonía y pude caminar entre sus bosques, hablar con su gente, crear una red de amigos y nueva familia; conocer las tradiciones, historias y amar lo que antes no veía a través de los conocimientos de maestros y maestras; entendí que cada paso dado en territorio amazónico me motiva, me inspira y me sigue emocionando como la primera vez.
Tengo el compromiso de seguir aprendiendo y acompañando desde mis espacios las luchas por «El buen vivir», simple, pero grandiosa filosofía de vida de los pueblos originarios.