#artistadelasemana
Ciro Palomino, nuestro Artista de la Semana
Iván Ciro Palomino Huamaní (Lima, 1977) es un artista visual multidisciplinario egresado de la Facultad de Artes y Diseño de la PUCP. Como socio consultor de la ONU en Brasil, ha centrado su trabajo en temas sociales, ambientales y humanitarios.
Su compromiso con estas causas le ha valido reconocimientos internacionales, incluyendo premios de la propia ONU y la UNESCO.
Ciro es nuestro #artistadelasemana y estamos honrados por ello.
Uno de los proyectos más relevantes del artista es «Conciencia», que se enfoca en problemáticas sociales; dicho proyecto tuvo su primera exposición en 2017 en la sede de la ONU en Nueva York y ha tenido un impacto significativo, siendo visto por más de 200 mil personas entre 2019 y 2022 en diferentes espacios de Río de Janeiro, São Paulo y otras 12 ciudades brasileñas. En la actualidad existen dos obras que forman parte de la colección del Museo Pelé y del Santos FC., obras que son justamente sobre la trayectoria del rey del fútbol, Pelé.
Además de su trabajo individual, Palomino ha participado en exposiciones colectivas internacionales sobre el cartel en diversos países, incluyendo Suiza, Brasil, China, Irán, Turquía, Corea del Sur y México, lo que refleja su compromiso y proyección en el ámbito artístico global. Su obra continúa contribuyendo al diálogo sobre temas importantes a nivel social y cultural. El año pasado, el artista realizó su décima exposición individual, siendo la ciudad de Seúl, Corea quien recibió el proyecto «Conciencia» junto a otras obras referentes de la ciudad.
Ciro expresa en obras conceptos como: “Tenemos sueños y pesadillas, mis obras sociales
hicieron que contara lo que siento de una forma expresiva y universal”, el cual va en estrecha comunión con su trabajo. En medio de la vorágine citadina, el artista atendió el cuestionario leonardino y nos dejó otra poderosa frase: “Hoy vivimos en mundos extraños y estrepitosos, llenos de temores y plegarias, de perdones y culpas; un mundo que desea despertar, al igual que las personas que lo habitan.” Bienvenido a Leonardo, Ciro.

¿Crees en Dios?
– Creo en Dios, creo en el universo, en su energía que nos hace latir e imaginar.
¿Por qué haces lo que haces?
– Esa energía navega en mi ser, mueve mi pensar e imaginar y hago lo que debo hacer.
¿Qué buscas en internet?
– Cosas sin importancia, siento que me distraigo en ella, quisiera navegar en realidades.
Tu mayor alegría (hasta ahora)
– Los que me conocen me dirían tus logros, pero mi alegría es lo que está detrás de cada logro, la lucha constante conmigo mismo, sacrificio, perseverancia, trabajo. Creer, aunque a veces se cruza la duda y es capaz de tumbar todo como fichas de dominó.
Me alegra cada logro que alcanzo, no tanto el resultado, sino lo que hay que pasar detrás del mismo. Todos los días nos enfrentamos, resistimos y vencemos.
Me alegra mucho más, ver felices a mis padres y les cuento cada paso que doy, cada viaje, cada magia y eso me llena de dicha. Muy rara vez cuento lo que se pasa detrás de cada logro importante, algunos amigos y familiares cercanos lo saben.
Tu mayor tristeza (hasta ahora)
– El silencio.
Tu mayor aprendizaje
– Me digo, sé constante, resiste, ten confianza y determinación. Lo repito a diario y aprendo al manifestarlo.
¿Qué poder te gustaría tener?
– Ninguno, el poder puede construir como destruir. Confio en mis capacidades.
¿Qué te subleva?
– Mis obras, siento que a veces se sublevan, es extraño, al ver eso, siento que debo pasar de página para seguir creando.
¿Qué te sigue emocionando?
– A veces lo simple de las cosas, que el puntero del reloj no se detenga porque sus pilas resisten, que el bus me deje en el paradero deseado, que mis canas broten lentamente, tener una cama calidad que espera en una noche de trajin, ver dibujada felicidad en rostros de personas cercanas a mi y no a mi. La emoción son canticos que aceleran nuestro palpitar sin importar el lugar o circunstancias en que nos encontremos.
¿Qué olor te devuelve a la infancia?
– El olor a tierra húmeda de algún lugar, después de una lluvia intensa. De barro somos y barro seremos. La infancia se va deprisa cuando lo pensamos de adultos, pero de niños no lo notamos. El tiempo, los olores, los recuerdos, el latir, lo que vemos en el día a día a veces son cómplices para recordar los momentos de nuestra infancia.