COLUMNISTAS INVITADAS

De qué hablamos cuando hablamos de amor

Escriben: Úrsula Alvarado, Angelina Ferrero, Ximena López Bustamante, María Belén Milla y Alessandra Pinasco García Miró.

La mil veces mencionada y socorrida frase de Raymond Carver, De qué hablamos cuando hablamos de amor, expresión emblemática de su obra y de su visión del amor como un concepto complejo y a menudo difícil de definir, encuentra un nuevo y quizá no tan transitado uso.

Aquí, en Revista Leonardo quisimos darle una vuelta de tuerca y tomarla como pretexto para invitar a cinco talentosas y hermosas poetas, y pedirles que compartan lo que piensan y sienten sobre la naturaleza del amor, sus diversas manifestaciones y los desafíos que plantea en las relaciones humanas.

Afortunados, honrados y felices recibimos las reflexiones, poemas e imágenes de Úrsula Alvarado Noblecilla, Angelina Ferrero Díaz, Ximena López Bustamante, María Belén Milla Altabás y Alessandra Pinasco García Miró.
Poesía frente a la vida, mirando cara a cara al amor y al mundo.

de que hablamos cuando hablamos de amor | leonardo.pe
Úrsula Alvarado
¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?
Febrero, 2025

He acogido esta idea como una certeza. La amistad es una de las formas del amor. Con frecuencia, las efemérides celebratorias del amor suelen apuntar al Eros, ese amor apasionado y sensual, para luego dirigir una mirada agónica a quienes aun en soltería pueden celebrar con los amigos. No obstante, lejos de ser un premio consuelo, esta acepción de la amistad tiene una larga historia. Para los antiguos griegos, el amor era un poliedro con muchos rostros que van más allá del elemento pasional, como el Ágape, el amor a la humanidad; el Storge, que surge entre padres e hijos, la Philautia o amor propio y la Philia, más entendida como la amistad. En varios de sus tratados, Aristóteles esbozó certeros enunciados sobre el tema y sentó en la palabra philia (sustantivo del verbo phileo que significa amar) la base de todo afecto, tanto el apasionado como el experimentado entre padres e hijos, entre hermanos, amigos y ciudadanos, entre otros.  La relevancia que otorga Aristóteles a la filia es determinante y merece profundas reflexiones, sobre todo cuando señala que no solo es un sentimiento sino una virtud. «Sin amigos nadie querría vivir, aun viéndose saciado de todos los demás bienes»— menciona. No obstante, como todo lo valioso, la amistad verdadera es un prodigio digno de algunos cuantos, aquellos que han sabido cultivarse en toda virtud y desea para el amigo el más perfecto bienestar y, sobre todo, aquel en quien uno confía y que sabemos no nos haría ningún daño. Es la filia la verdadera raíz del amor, por algo aspiramos a que nuestro amado sea nuestro mejor amigo. En nuestra era tan marcada por la tecnología y las redes sociales, en donde coleccionamos cientos de fotos del ser amado y presumimos a nuestros miles de “amigos”, ¿sabemos el verdadero significado del amor?

Hermano,

en esta dimensión aterradora del dolor

por fin, consigo verlos.

Se han comido por fin, el pan de las esquinas.

A hurtadillas asoman puntiagudos sombreros,

herramientas bajo el brazo

con mis venas y arterias tejen puentes

nuevos caminos por donde ha de viajar mi sangre.

Pequeña,

tus granadas eran de plástico

las mías explotaron dentro

¿cómo reavivaré este cuerpo vuelto pólvora?

4

Juegan a ser mis padres.

Jamás los había visto jugar dolorosamente.

Ellos actúan y creen que ignoro

cuánto lloran detrás de mi puerta.

Yo que antaño los he acunado en mis brazos

aspirando sus aromas de recién nacidos

y sonriendo con el brillo de sus frentes,

los veo ahora flanquear mi diestra y siniestra.

Entre el corazón de uno y otro

un campo endometrial se construye

una invisible matriz prodigiosa

donde las hermanas mayores se gestan

y le son arrebatadas

a la muerte.

 

Poema inédito.
Úrsula Alvarado, 2014

Un poema que Úrsula comparte.

 

La morada

Ante el amor mi voluntad se inclina.
No hallo eternidad ni paz fuera de este camino.
Dejaré de andar por caminos extraños.
Nunca más hija pródiga.
¡Nunca más los demonios!

Rosina Valcárcel (Lima, 1947)

Úrsula Alvarado Noblecilla (Lima, 1979)
Administradora de turismo, gestora cultural y escritora. Ha publicado en poesía «Metamorfosis inversa» (2015), «Canto a la hoja que cae» (2021) y «Albas a Orfeo» (2022). En 2021, escribió y produjo el documental «Una ciudad como yo» que explora la relación entre poesía, mujeres y espacio público. Dirige la asociación cultural Poesía en la ciudad, por medio del cual ha realizado diversas actividades que pretenden fomentar el ejercicio de los derechos culturales y el derecho a la ciudad por medio de la poesía.

 

de que hablamos cuando hablamos de amor | leonardo.pe
Angelina Ferrero
Reflexiones sobre el amor
Febrero, 2025



Escribo este texto mientras mi abdomen se hace de piedra. Se llama contracciones Braxton a las que preparan a tu cuerpo para parir. No son dolorosas, pero sí incómodas. Incómodas como el amor. Unos segundos después, alguien vuelve a patear y todo se calma. Han sido nueve meses de amar como quien observa un pedazo de hielo desprendiéndose. Soy una isla de treinta y nueve años que se desdobla en cada línea que escribe. Hoy pienso en familia y he cedido el control de mi cuerpo, mi territorio. He cedido parte de mi libertad y he puesto una cuna junto a mi cama. Hoy guardo más silencio y pienso más despacio. Cuando no puedo ser adulta, me refugio en el puente de su cuello como una niña en su escondite. Él también llegó hace apenas un año. La vida, de pronto, se nos presentó inevitable. Abrupta. Clarísima. Inevitable. Mi paciencia se estira y confirmo que el amor es algo que tiene que ver con el compromiso y la flexibilidad. Cuando se contrae descubro que he dejado de amar. Hay un puente muy fuerte entre el amor y la respiración. Tiene algo de maratón y de constancia. El día a día. Como coser un botón a mano. Hoy podría decir que amar es soltar la ola para apostar por el océano. Es perspectiva. Mirar de cerca y lejos al mismo tiempo. Y reír. Hasta encontrar belleza en una contracción para derribar el orgullo del yo. Lo pequeño siempre te prepara para lo más grande. Por eso, cuando amo intento no quejarme demasiado. Me burlo de mis pies hinchados y lavo platos para que nuestra casa esté más limpia. Pienso en lo nuestro, pienso en los demás. El amor es esa planta que se riega y esa toalla que se recoge en silencio. Es concreto como un kilo de tomates. Es escuchar, aunque duela. Y hay que amar el amor, en todas sus formas. Cuando es redondo y puntiagudo, nítido y difícil de codificar. Hay que aceptar la forma en que llega y aceptar la manera en que otros lo reciben. Amar es quedarse. Poner las manos alrededor del vientre al cruzar la calle para proteger lo desconocido. Es soltar el resentimiento y dejar de calcular a cuentagotas. Es dar las gracias. No hay amor en quien no sabe esperar. El amor es un constante entrenamiento.

Poema personal

ocupas el espacio

todo, te lo llevas

y la piel se estira                    se estira mucho

eclipse de pies pregunto

cuál es la prisa, pero tú

no conoces la prisa

ni la aceleración

ni el mar ni la venganza

no conoces las preguntas

el afuera de un ombligo

ese abismo

lo que se repite, solo el tiempo

en que ocurren las cosas

qué cosas?

esa música que robo

tu lenguaje sin señas, sueñas

conmigo, sueñas?

hueles a verano

un verano que no

entra

: entre las piernas

 

Poema inédito
Angelina Ferrero. Febrero, 2025

Un poema que Angelina comparte

 

Los adioses

Morirse

no morirse

y estarse repartiendo adioses

moviendo

adiós

apenas

el pobre corazón como un pañuelo.

 

Idea Vilariño (2001)

Angelina Ferrero Díaz (Lima, 1985)
Poeta, artista in-disciplinaria y docente universitaria. Estudió Arquitectura en la Universidad de Virginia y en la PUCP. Fundó y dirigió Espacioyoga hasta la pandemia y luego hizo un Máster de Escritura Creativa en la PUCP. Ha publicado los poemarios Cuerpo en Cuarentena (Editorial Colmillo Blanco, 2021) y No sé qué hago en Buenos Aires (Templanza, 2023). Sus obras han sido expuestas en las galerías del ICPNA, Alianza Francesa y Centro Cultural Ulima. Angelina dicta laboratorios de escritura y asesora proyectos creativos personales. Para ella, todos sus esfuerzos son intentos de poemar. Más de su trabajo en: www.angelinaferrero.com / Instagram: @angelinaaa.a

 

de que hablamos cuando hablamos de amor | leonardo.pe
Ximena López Bustamante
¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?
Febrero, 2025

Podríamos hablar también del aliento de un animal oculto tras la oreja, arrullando su tibieza apenas perceptible antes de desvanecerse. Volteamos, queremos hurgar en él, buscamos atraparlo con la mirada; sin embargo, su forma ya se ha disuelto en el aire.

Así de inasible el Amor, un delta inagotable que se despliega y retrocede, que se ofrece solo en su fuga. Sin olvidar que hay en él un lenguaje que no se traduce, una forma de conocimiento que no precisa demostrarse, una intuición que no se aprende. Razón poética, diría María Zambrano: un conocimiento que se filtra por la piel antes de tocar la mente, que ocurre como un presentimiento. Seguir la pulsación de lo incierto, dejar que el cuerpo sea atravesado por la posibilidad. Sin garantías. Nos precede y nos sobrevive. Quizá sea lo único que realmente crece, incluso sobre la ausencia, incluso en la herida.

Poema inédito

 

abrazada del lado secreto de esta mañana

quise sembrar mi ser en el lecho que trae la aurora

 

levitando observé

el olor de tu presencia despedirse

me arrastré desinflada bajo el mismo vicio inservible tenía ojos de nube

untados de un cielo que drena cataratas infectadas
por raíces que emergen de un agujero fértil

Ximena López Bustamante. Febrero, 2025.

Un poema que Ximena comparte


De Contaminaciones (Komorebi, 2022)

 

Tú quebrabas mis huesos

a los lejos se escuchan tambores dijiste

oímos lluvia la bocina de un barco

 

no podrías doblegarme menos esta idolatría, sabes que podría escupir criaturas
sin flaquear si me lo pidieras

 

quiero jabalíes sobre mí
arrójamelos

 

Camila Blavi (Santiago, 1988)

Ximena López Bustamante (Arequipa, 1993).
Radica en Lima desde el 2013. Maestría en Creación Literaria 2022- 2023 modalidad presencial por la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España). Licenciada en Comunicación y Publicidad con la tesis “Nuevo Periodismo en el Perú: caso revista Etiqueta Negra” por la Universidad Científica del Sur (Lima, Perú). INTERIOR VI. Técnica mixta (Aletheya, 2022) es su primer libro de poesía. Colabora con entrevistas a autores de libros de poesía en la web cultural Vallejo&Co. Su segundo libro se publicará este año en Barcelona.

de que hablamos cuando hablamos de amor | leonardo.pe
María Belén Milla
¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?
Febrero, 2025

Tal vez el amor consista en acceder a un estado primitivo y secreto del mundo. Primitivo porque enamorarse es un constante originar. Todo se funda y ocurre de modos tan nuevos que parece que estuviéramos siempre inaugurando algo. Sé que hay distintos estados del amor, pero hablo del amor adánico, que no se deriva de nada conocido, que propone una actitud extraordinaria de las cosas. Ese amor te hace salir constantemente de ti mismo para habitar la diferencia y experimentar la vida desde ahí afuera. Por eso es audaz, arriesga. Es una condición difícil de sostener porque no es práctica. Cuando las cosas se fundan, se abre una porción secreta de mundo para nosotros. Cada vez me convenzo más de que el amor se parece mucho a la escritura. No escribimos para contar un secreto, sino para ocultarlo. Es una consigna que ofrecemos al otro: que siga resguardando ese lado íntimo de las cosas. Por eso salir del amor es lo más parecido a olvidar una lengua. Ese idioma audaz e inaugural se mantiene vivo solo en sus hablantes. Si pierde su eficacia comunicativa, desaparece una postura particular ante la realidad. Si se acaba el amor, se clausuran de forma definitiva aquellos lugares del lenguaje, esos mapas de realidad que fueron develados solo para los amantes. Cuando el secreto ha sido viciado, aquella realidad lozana resulta gastada. Opaca, ya no puede seguir ofreciendo inauguración ni futuro. Sabrás gozar esa cartografía emotiva en su exacta dimensión muy pocas veces si eres afortunado. Estar en el amor es habitar ese secreto y protegerlo del resto del mundo. Que nada nos toque. Que no perdamos este lenguaje inaugurado y esta porción de realidad recién descubierta. Que nos dejen estar aquí un poco más. Y si no, que nos atrevamos como Auden: “If you sigh, I’ll sack cities”.

Mordiendo tu pureza

 

Mientras esperas para caer

sobre mí como exceso de luz

y como pelaje

mientras esperas te miro

igual que un niño encantado

que sostiene su cabeza como un logro

el mundo ordenará a sus criaturas

y el sol seguirá lamiéndonos

hasta hacernos tersos en su orden

tendremos lenguajes para mirar el futuro

lenguajes para subir a las capitales en círculos

hasta la nuca

me ofrecerás tu risa

en el precioso baile del cromosoma

y me ofrecerás tu nombre

y habrá verdad como una madona contenta

habrá cabeza moviéndose

pálida en la maravilla

habrá verdad

y a los torneos me arrojaré

mordiendo tu pureza

 

Poema inédito
María Belén Milla. Febrero, 2025

Un poema que comparte María Belén

 

Nuestro amor es como Bizancio

 

Nuestro amor es como Bizancio

tuvo que haber sido

la última noche. Tuvo que haber habido

me imagino

un resplandor en los rostros

de los que se agolpaban en las calles

o formaban pequeños grupos

en las esquinas de las calles y en las plazas

hablando en voz baja,

un resplandor que tuvo que haberse parecido

al que tiene tu cara

cuando te echas el pelo hacia atrás

y me miras.

 

Me imagino que no hablarían

mucho y solo de cosas

bastante diferentes,

que tratarían de hablar

y se detuvieron

sin haber llegado a decirse

lo que querían

y lo intentaron de nuevo

y lo volvieron a dejar

y se miraron mutuamente

y bajaron la mirada.

 

Los íconos muy antiguos, por ejemplo,

tienen el mismo resplandor

que el flamígero fulgor de una ciudad en llamas

o el brillo que la muerte inminente

deja en las fotografías de muertos prematuros

en el recuerdo de los supervivientes.

 

Cuando me vuelvo hacia ti

en la cama, tengo la sensación

de entrar en una iglesia

que fue quemada

hace mucho tiempo

y donde solo ha quedado

la oscuridad en los ojos de los íconos

plenos de las llamas que los aniquilaron.

 

Henrik Nordbrandt (Frederiksberg, Dinamarca, 21 de marzo de 1945 – 31 de enero de 2023)

María Belén Milla Altabás (Lima,1991)
Estudió Literatura Hispánica en la Pontificia Universidad Católica del Perú y es magíster en Estudios Medievales por la Universidad Complutense de Madrid. Es autora del libro de poemas Amplitud del mito (Alastor, 2018 y Liberoamérica, 2019), Todas las Nancys (Liliputienses, 2022) y Poema de las emociones comunes, publicado en Perú (Lustra Editores, 2023) y en España (Ultramarinos, 2024). Así mismo, publicó el libro de investigación El príncipe travestido. Género, transgresión y violencia en la Tercera Parte del Florisel de Niquea de Feliciano de Silva (Guillermo Escolar, 2022).
Participó como traductora de la antología bilingüe de José Watanabe Todo cuerpo es tótem (Artepoetica Press, 2019) y es parte de la antología de poesía Estrellas vivas. Antología de poesía cursi, compilada por Berta García Faet y Juanpe Sánchez López (Letraversal Poesía, 2024).
Estudia el Doctorado en Estudios Literarios en la Universidad Complutense de Madrid, donde investiga la poesía peruana escrita por mujeres.

de que hablamos cuando hablamos de amor | leonardo.pe
Alessandra Pinasco
Sobre el amor
Febrero, 2025.

Se me complica hablar de amor. Así, en letras para una pantalla, para ser leídas por ti o por quién sabe quién. Qué podría yo decir sobre ESO que pueda ser considerado algo valioso que alguien dice sobre eso, yo entre todas las personas, ese entre todos los temas.

Porque si realmente me preguntas qué pienso, tú o quién sabe quién, diría algo así como que el amor es otra cosa. No es una commodity, no es un ítem al que podamos hacer check en la lista de eventos que asumimos como parte del tránsito en la vida: un título universitario, una casa comprada a cuotas, un trabajo respetable, un par de hijos, un amor para siempre. No, pues. El amor no se puede adquirir ni conminar ni sujetar en el sitio con contratos; sería como ponerle cadenas a un espectro y sorprenderse al ver que se ha escapado. El amor es algo que ocurre si tenemos la inconmensurable suerte de que así sea; no es una de las cosas que nos debe la vida ni un seguro contra la soledad ni un pasaporte para la existencia en sociedad ni un plan de jubilación emocional. Cuánto sufrimiento en nombre de esa distorsión.

Así que lo único que podría decir es, eso: que el amor es otra cosa. Está toda la sintomatología que tan fácilmente se puede confundir con un ataque de pánico, claro. Pero más allá de temblores y fiebres y palpitaciones, creo que es una devoción hacia alguien que siente devoción por uno. Unas ganas de protegerle a toda costa. El sentimiento de que todo puede estar mal pero ahí encontrarás refugio. Cuántas veces, una incomodidad que a veces duele; es el corazón y el cerebro expandiéndose para adaptarse a algo espléndido. Espléndido y pequeñito, como el núcleo de un átomo.

Momentum

Corto un mango para ti.

El cuchillo traza cubos,

resbalan sobre porcelana.

Es oro el mango de América, dices.

Te advierto que es mío

todo el corazón,

me inclino sobre el lavadero

para evitar desastres.

Que me dé la vuelta, dices

Quieres ver

el néctar alrededor de mi boca

la absoluta falta de propiedad

de mi deleite.

Nos reímos, esto es absurdo.

Muerdo hasta sentir mis dientes chocar

despacio

con la enorme semilla

La pulpa me llena la boca

se disuelve

Me la como toda, me tomo mi tiempo

Es oro el mango de América

pienso

Sospecho

que estos días el Sol está viajando a toda velocidad

por el Universo

llevándonos con él

y no sabemos si por eso

el vértigo

 

Boto la pepa impecable

en el tacho orgánico.

Me lavo las manos,

me limpio la boca

Pienso

o sospecho

que estos días el Sol está ardiendo

a temperaturas nunca antes observadas

quemándonos con él

la Tierra azorada frente al cambio

frente al vacío que

se la quiere tragar

Lo sabemos bien

tú y yo

 

Poema inédito
Alessandra Pinasco. Febrero, 2025

Un poema que comparte Alessandra

 

POEMA DE TERROR Y KUNG FU

Cuando lo que debió ser

Es arrojado a la basura

El sol

Deja de brillar

Pero me he acostumbrado

A ver en cada mal

Suceso una esperanza

Saber que aun el óxido

Es sino una máscara

Del Amor. Y la lengua

Del mudo cantará

 

 

Luis Hernández (Lima, 18 de diciembre de 1941 – Buenos Aires, 3 de octubre de 1977). De La Canción del Helio

Alessandra Pinasco García Miró.
Nací en Lima en 1974. Poco después me llevaron a un balneario –me quedaba dormida escuchando las olas romper, tan cerca. Así fue cada verano mientras me fui transformando: la orilla y altamar. Crecí sin televisión, con vinilos y relatos y la radio, leyendo chistes en la tina sin importar que los dedos se arrugaran y se mojaran las páginas. Crecí con müsli y acelgas y miel de algarrobo y leche Enci, entre helechos y un piano y cabritas y kalimbas y expediciones y fogatas.
Estudié Filología en la PUCP, y cuando era jovencita escribí en varios de los medios impresos más pajas del país. Durante 15 años escribí sobre comida en la versión latinoamericana de Vogue. En Cusco tuve una heladería, El Hada. Tuve una banda llamada Hertz y ahora sigo cantando y componiendo; pocas cosas me hacen más feliz. Publiqué el poemario Lost and Found (AUB, 2007) y un libro de cocina autobiográfico, La Marmita Encantada (Grijalbo, 2017). Tengo tres hijos y una gata muy particular y una constelación de personas luminosas. Nadar en el mar me despercude y electriza. Estoy terminando de escribir un libro de ficción sobre algo así como el amor.

Por Leonardo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *