Mi nombre es Sergio «Mucho» Gonzales, dibujante/pintor limeño. En julio cumplo 37 años y aproximadamente 12 de ellos los he dedicado casi íntegramente al desarrollo de mi trabajo gráfico, desde lo tangible de la pintura e ilustración a mano alzada, hasta sus homólogos en versiones digitales.

 #LeoSubmarine

Mi trabajo da vueltas por distintos soportes, es algo que me gusta y siento que lo mantiene vivo. Se desplaza por el mural, pintura, la customización de objetos, dibujo digital, etc. lo que me ha permitido involucrarme en proyectos de distinta índole y envergadura, tanto en Perú como en el extranjero.

¿Cómo nace el pseudónimo Mucho y desde cuándo firmas así?

Eran mediados del 2008 y estaba explorando en el campo digital (carrera que seguía en esa época), dibujo, etc. sin embargo, no quería presentarme bajo mi nombre real tan poco lúdico.

Mi idea de llevar un apelativo o pseudónimo en un principio ayudó (de alguna manera) a cuajar la idea conceptual y estética de mi producción y se ha ido modulando y evolucionando conforme han pasado los años.

El nombre de Mucho responde en principio del estilo a una inicial acumulación exagerada de información formada espontáneamente y compuesta lo más ordenada y natural posible. Hoy, han pasado varios años y aún creo que sigo no solamente en constante aprendizaje, sino que también he internalizado cambios que definitivamente se reflejan en la obra.

Formalmente comencé a firmar como Mucho desde mediados del 2008 en adelante

y ya oficialmente lo hice en mi primera exhibición, al año siguiente, en la siempre recordada Bruno Gallery de Jaime Higa.

Si tuvieras que definir lo que haces, ¿cómo lo harías?

Luego de mucho tiempo de discusión interna prefiero autodenominarme como dibujante o pintor, pero casi siempre lo presentan a uno como «artista» (risas). Particularmente siento que el término le aplica una especie de misticismo sacro a un ejercicio que muchas veces está alejado de eso, o que la palabra es muy grande, no lo sé. Artista Gráfico, si quieren usar el término, podría ser lo más adecuado ya que trato de hacer varias cosas y apoyándome de varios soportes, todas están ligadas al arte gráfico como medio de expresión.

¿Cuál es el eje en torno al cual gira tu trabajo como artista?

Creo que no hay un tema de discusión claramente definido detrás de las cosas que hago o no lo percibo, y no sé si sea algo positivo o negativo. Existen elementos muchas veces recurrentes, pero no estoy seguro de poder situarlos dentro de alguna idea concreta de mensaje. Hay artistas que usan su arte para transmitir un mensaje claro y directo, muchas veces político, religioso, qué sé yo, todo es válido.
En mi caso no hay un tema recurrente que pueda ver claramente.

Sí vale aclarar que consumo mucho de la cultura popular (cine, dibujos animados, cómics, música) lo que está presente en mucho de lo que hago y se mezcla en el caldero con mis otras pasiones, como son los cómics, el coleccionismo de juguetes, etc. Todo esto creo que convive bien con mi gusto por la abstracción y el ejercicio de creación espontánea, que podrían funcionar como una especie de centro gravitatorio donde los distintos productos formados giran alrededor.

¿Cuál es la técnica o estilo con la cual te sientes más cómodo?

Cada técnica tiene lo suyo o aporta distintas cualidades. Todas tienen pros y contras pero aun así, sopesando todo esto creo que, definitivamente me quedaría con el aerosol. Es un elemento tan versátil y aporta tanto, que se me hace muy cómodo y bacán trabajar con él. Los tonos de color, la manejabilidad, el que se pueda combinar con otros materiales, la rapidez de su uso, todo eso me hace tener al aerosol como la técnica más cómoda para mí.

Sobre el estilo: Estilo libre SIEMPRE ✌️✌️.

Tener la posibilidad de hacer algo, desde una ilustración o mural en versión libre es invaluable, y qué mejor que te paguen por eso.

¿Cómo enfrentaste y sigues enfrentando la pandemia?

Definitivamente con harta fe en lo que hacemos Xime (mi esposa) y yo. Los dos somos artistas independientes ya hace varios años (cada uno en su especialidad); es difícil pero hay que seguir trabajando y produciendo.

Todos sabemos los impactos que esta pandemia ha generado, impactos que afectan

directamente a toda inversión en lo que a producción gráfica se refiere. En el pasado 2020 y ahora 2021, todo se ha estado aguantando: desde el comprador de arte hasta la empresa o agencia que producía proyectos vinculados a diseño, pintura o arte urbano, galerías, centros culturales, aunque estamos viendo que se reactiva poco a poco. Trato de creer que de todo esto se saca algo bueno.

Es innegable que ha sido más de un año de incertidumbre, dolor, inestabilidad emocional y económica, un año repleto de sentimientos encontrados de los que venimos recuperándonos lentamente y se viene todavía algo igual o más incierto con los resultados de estas elecciones.

Por otro lado, ha sido la oportunidad para mucha gente de exprimir su creatividad al máximo. Seguimos aprendiendo, descubriendo qué otras cosas nuevas podemos hacer, sobre todo a estar atentos y dispuestos a agarrarse bien fuerte y surfear la ola más brava como buenos guerreros que somos.

¿Qué color buscas por instinto?

Últimamente busco algunos contrastes que puedan incluir rosa o turquesa, celeste y tierras, cosas así.

 ¿Dónde están tus principales referencias e influencias?

Las influencias artísticas son incontables y siempre aparecen más. A veces es hasta

abrumador todo esto de tener info y más info a la mano. Sonará a viejo quizá… Podría dar nombres ahora pero luego leería esto y diría «debí mencionar a tal, o cuál» y me sentiría muy mal. Muchos de mis amigos artistas actuales son referentes para mí. Aquí en Perú tengo una cantidad de artistas a los que admiro y tengo la suerte de vivir en la misma época que ellos.
Luego, a nivel mundial, olvídate, cuenta ilustradores, grabadores, artistas urbanos, dibujantes, pintores, artistas digitales, escultores, etc.

Actualmente creo que todas mis referencias están en Internet: desde el Instagram que escroleas todo el día con obras nuevas cada segundo hasta otras plataformas más especializadas.

 Un lugar al que siempre regresas

Si me pongo metafísico o filosófico te diré que a mi niñez. Una especie de niñez perpetua que aún me hace asombrarme o detenerme en ciertas cosas, en prestarles atención con un poco más de detenimiento.

En el término de lo pictórico o gráfico, al blanco y negro, o al lápiz. Es como una suerte de desintoxicación o lugar al que vuelvo de rato en rato.

En el sentido extremo de lo banal e igual de intangible que el primero, te diría a Instagram…

¿Qué obra de un museo te llevarías para tenerla en tu casa?

Uff…cómo me preguntas eso, qué vergüenza (risas).

A lo Arsenio Lupin me iría al Museo del Prado por cualquiera de las obras de El Bosco.

Definitivamente, él es el primero en mi lista. Luego, si tuviera una chance menos ilegal y algún museo, por alguna extraña y poderosa razón, decidiera regalarme una pieza, podría ser cualquiera de Hilma af Klint del Moderna Museet, sólo que no sé si entrarían en casa por lo enormes que son sus obras.

En tercer lugar, y no menos importante, cualquiera de Beksinski del Museo Histórico de Sanok. Algún grabado o pintura de Mucha que muy amablemente me cederían mis amigos del Museo Mucha en Praga… ¡ojalá fuera cierto!

Después de lo más modernito algo de Camile Rose quizá, Belini, y más…

¿Qué personaje de ficción volverías real o te gustaría conocer?

A Peter Parker / Spiderman de todas maneras. Soy medio Marvel friki y el vecino arácnido es mi personaje de ficción favorito.

 ¿Cuál es el único ritual imprescindible en tu vida?

Comer, sin duda. Creo que todo el ritual, que abarca desde la producción hasta la misma acción, se ha vuelto una costumbre muy bacán, otro proceso artístico en el que también me gusta meter mano.

A Xime y a mí nos gusta mucho cocinar –cocinar rico, buscar el sabor perfecto, aprender recetas y todo eso; yo me pego en el proceso como si estuviera pintando.

Luego, cuando ya tienes todo listo, la siguiente parte del ritual es saborear lo que hicimos con tanto amor.
Definitivamente gozamos mucho de comer, es nuestro placer culposo.

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