Las mejores producciones locales llegaron con canciones y discos de cumbia, reggaetón, R&B, indie rock y música electrónica.


Retorno de Saturno
Alejandro Cuestas
Cavilar
Un álbum vasto y expansivo que actúa como una exhibición de los no pocos talentos de su autor, Retorno de Saturno presenta a un Alejandro Cuestas en su momento de mayor plenitud creadora. Con una sucesión de temas que beben de distintos géneros de la música electrónica –IDM, house, breakbeats, minimal–, enlazados gracias a tonalidades, melodías y timbres que fluyen cuidadosamente a través de ellos, el álbum se escucha como una unidad, o, más bien, como un recorrido –o, tal vez, como un viaje, como sugiere el título– en el que se despliegan distintos capítulos de la historia de la electrónica, todos ellos conectados entre sí gracias a la meticulosa orfebrería digital de Cuestas.


“Lotus F”
bHorus
Independiente
bHorus es un productor local que no oculta su adoración por el funk robótico de los años ochenta. En sus tracks se escuchan los timbres y los pulsos sincopados de los discos de electro grabados a inicios de esa década; aunque, como un conocedor de la historia que no está destinado a repetirla, bHorus no se limita a copiar a sus maestros, sino a sumar nuevos ingredientes que añaden una bienvenida idiosincrasia a sus producciones. Su segundo single, “Lotus F”, es una prueba de ello: en él encontramos la impronta de la Roland 808, la caja de ritmos que encarna al sonido electro ochentero, pero también oímos el centelleo de ominosos sintetizadores que evocan atmósferas enrarecidas, escenarios distópicos y sórdidos submundos futuristas donde, como un replicante salido de Blade Runner, la música de Bhorus encontraría su ecosistema perfecto.


“Lo que decidí”
Diana Flores
Independiente
Con la ayuda de una progresión de acordes que reverberan en un piano Fender Rhodes, de un circuito cerrado de pulsos electrónicos que evocan el paso del tiempo en la habitación de un adolescente, y de una rutina atlética de slap bass que, como George Clinton, asegura tener el dominio del funk, “Lo que decidí” recrea el vaivén robótico y erótico del R&B influenciado por el synth pop de inicios de los años ochenta. Con una armonía mínima y telegráfica que se repite en un rizo eterno, la comodidad con que se desplaza la canción no se basa tanto en la variedad de sus acordes, sino en la minuciosidad de sus detalles (los redobles con que el pulso regresa después de unos segundos de silencio, los sinuosos licks de la guitarra eléctrica, las texturas intermitentes que los sintetizadores proyectan a través de las grietas en la base rítmica) y, por supuesto, en la flexibilidad de la voz de Flores, quien, a diferencia de otros exponentes locales de este estilo –Cemi, Skillbea, Plastical People– no tiene miedo de sostener el desarrollo musical y emocional de una canción sobre las posibilidades de su propio rango vocal.


“Linda huanuqueña”
El Lobo y La Sociedad Privada
Independiente
Como en uno de los más conocidos relatos de Chéjov, el protagonista de “Linda huanuqueña” vive soñando con el beso que alguna vez se dio con una muchacha –aquella a quien se refiere el título de la canción– añorándolo, recreándolo en todo momento, alimentando la esperanza de que alguna vez vuelva a ocurrir. El ensueño en el que vive este enamorado cobra vida gracias a la voz de José Luis Arroyo, más conocido en el mundo de la música popular como “El Lobo”, sin lugar a dudas uno de los más versátiles y expresivos vocalistas que la cumbia peruana ha producido en los últimos veinte años. La canción tiene un aire clásico, casi de estándar –en el motivo principal de la primera guitarra se adivina la herencia de la cumbia costeña de finales de los años sesenta, en el pedal wah wah de la rítmica se percibe una deuda con la cumbia amazónica de comienzos de los setenta–, aunque la orquesta se las arregla para añadirle un barniz de contemporaneidad, gracias a los acordes plasmados en unos plásticos y modernos sintetizadores. El resultado es una nueva prueba de la vitalidad creativa que la cumbia peruana –un género de más de cincuenta años de edad– mantiene hasta la actualidad, y del lugar privilegiado que el lobo Arroyo está asegurándose en su historia.


“PLEXO”
Lara Nuh
Independiente
Combinando elementos de deep y topical house, el single más reciente de Lara Nuh se ubica a medio camino entre la pista de baile, el lounge bar y la evocación de una experiencia psicotrópica en una localidad rural y periférica, supuestamente alejada de las grandes ciudades. El resultado funciona por la firmeza del pulso que guía a la canción –el típico 4/4 de la música house– y la delicadeza con que se han tratado los timbres de los arreglos melódicos y rítmicos –sonoridades étnicas, percusiones latinas y spoken word, sobre todo– que Nuh ha utilizado para darle carácter y personalidad al tema.


“Tato”
Lil Dracco, Tony Jaxx
Worldwide Hits
A diferencia de las novelas de misterio y los relatos policiales, las canciones de reggaetón no obtienen su poder de lo que ocultan, sino de lo que exhiben, y, como tantos otros narradores en primera persona dentro del canon de este género musical, el protagonista de “Tato” lo hace alardeando de su virilidad, asumiendo el rol del amante en un triángulo amoroso. La canción funciona porque las rimas que el cantante dispara a lo largo de sus tres minutos y medio de duración se relamen en su propia obscenidad, mientras un puñado de arreglos electrónicos –cuyo modelo sigue siendo Daddy Yankee circa. 2004– enmarcan el relato con líneas monocordes de teclado, beat drops tomados de la música electrónica y el pulso irredento y sincopado del dembow.


“LA FIESTA”
Los Niños Vudú
Puente Sonoro
Sea cual sea el periodo de la historia del rock del que hablemos, siempre habrá un puñado de canciones donde alguien llega a una fiesta para encontrar un nuevo –o quizás antiguo–objeto de deseo. A veces –como en “I Saw Her Standing There” de The Beatles– estos temas son guiados por un narrador lleno de esperanza y confianza en sí mismo; en otras ocasiones –como en “Dance Away” de Roxy Music– el protagonista observa como su futuro amoroso se torna sombrío, incluso fatal, sin que pueda hacer nada al respecto. “LA FIESTA”, el single más reciente de Los Niños Vudú, no sólo revive este tópico, sino que intenta llevar a los protagonistas de la canción de un momento de esterilidad afectiva a otro donde son capaces de trascender las limitaciones que restringen su encuentro. El resultado es ambiguo. Por un lado, los sintetizadores apocados y la voz somnolienta que narra la historia –síntomas estilísticos de estos tiempos– delatan innecesaria apatía e indiferencia; por otro, el arpegio de guitarra y la base rítmica que lo sostiene, que –a sabiendas o no– se remontan a The Byrds y llegan al actual indie rock gracias a bandas como R.E.M. y The Smiths, actúan como el tejido que mantiene al tema en marcha. De todas formas, el coro –una expresión de anhelo en estado puro– demuestra que lo más probable es que los protagonistas no lleguen a ningún lado. La revancha, al cabo de tres minutos y medio, queda pendiendo de los oídos del oyente.


Viaje Tropical 2
Mauricio Mesones
Independiente
Al igual que el álbum que lo precedió, Viaje Tropical 2 aborda distintas tradiciones de la música popular peruana –cumbia, chicha, música andina– para actualizarlas y unificarlas con interpretaciones frescas, certeras, tan afiladas como sentidas, no exentas de un ingenioso y agresivo sentido del humor. Si hubiese que señalar algo que distingue a esta nueva entrega es una mayor espontaneidad –la libre interacción entre Mesones y sus músicos es aún más notoria que en Viaje Tropical 1– y un mayor rango estilístico en su repertorio –entre las canciones hallamos un ska y una ranchera– que dejan en el oyente la sensación de estar frente a un artista más seguro de su oficio, menos preocupado en ser etiquetado por el mercado que en seguir su propio instinto y satisfacerse a sí mismo. Todo ello, sorprendentemente, no excluye una clara ambición de hacer música popular en su sentido más literal –esto es, una música moderna, mediática, masiva– que Mesones entiende como la única forma de salvar a la tradición del museo y de los tradicionalistas, de devolvérsela al gran público y de, a fin de cuentas, mantenerla realmente viva.

Un comentario en «MÚSICA PERUANA: LOS MEJORES LANZAMIENTOS DE JUNIO Descubre los álbumes y singles de esta temporada»

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