Cuadrante Onirico de Lennin Vasquez en el museo El Chico en Bogota
Lennin Vásquez: “Me sigue emocionando el misterio, esa idea de intentar descubrir más allá de lo que vemos”
En el marco de las actividades que se vienen realizando a nivel mundial para conmemorar los cien años del surrealismo como práctica artística, el Museo El Chicó o Museo Mercedes Sierra de Pérez de Bogotá está presentando «Cuadrante Onírico«, exposición individual de Lennin Vásquez, destacado exponente peruano del neosurrealismo.
Inspirado por el surrealismo y los enigmas de la mente humana, la obra de Vásquez nos invita a explorar un universo donde lo real y lo fantástico se entrelazan. El artista ha montado doce óleos sobre lienzo y dos acuarelas sobre papel que revelan las complejidades de la psique y la naturaleza humana a través de una estética profundamente onírica y simbólica. Presentada por la galería Marissi Campos y curada por Arabela Bartra, la muestra estará abierta al público bogotano hasta el 27 de este mes.

Egresado de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú y condecorado con la “Medalla de oro de dibujo” de su promoción, Lennin Vásquez (Jauja – Junín, 1978) es un notable representante del arte neosurrealista contemporáneo. La impronta de su obra transita por las emociones encontradas que se manifiestan en los diferentes momentos de nuestra existencia, lo onírico y las fantasías, la belleza y la fragilidad de la condición humana. Se vale del óleo, la acuarela y el dibujo para la construcción de aquellos escenarios surrealistas, producto de su ensoñación, que incorporan a seres de la naturaleza, fitomorfos y zoomorfos, así como objetos cotidianos resignificados.
Ha participado en exposiciones colectivas en Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Colombia y Egipto. Cuenta con ocho muestras individuales en diversas ciudades peruanas y en España (2019). En 2010 realizó un mural en el encuentro internacional “Arte x Parte en Berazategui”, en Buenos Aires.
En el 2019, obtuvo el tercer lugar del “Premio MAPFRE para las Artes” con su obra “El laberinto de la extracción de la piedra de la locura”.
Su trabajo se encuentra en el Museo Bellas Artes de Santiago de Chile; en el Municipio de Suba de Bogotá; en la Alianza Francesa, la Colección Faber-Castell y la Colección MAPFRE de Lima, Perú.

Lennin, tu obra se está exponiendo en Bogotá celebrando los 100 años del surrealismo; ¿cómo consideras que ha influenciado el movimiento surrealista original en tu trabajo?
– Hacer una muestra en el marco de los cien años del nacimiento del surrealismo para mí es muy estimulante, es sentirme heredero de esta corriente tan importante para el arte, y presentar “Cuadrante onírico” en el Museo El Chicó -gracias a la gestión de la galería peruana de arte Marissi Campos en coordinación con la embajada de Perú en Bogotá-.
Esta muestra nos habla del navegar en el mar profundo del inconsciente, adentrarnos en la profundidad de los sueños de donde emergen, como peces, más preguntas que respuestas.
Desde siempre me interesó el misterio, por eso es que el surrealismo surgió de manera natural. En la adolescencia tuve la oportunidad de apreciar obras de artistas peruanos como Armando Villegas (precursor del realismo fantástico), así como el surrealismo particular de Gerardo Chávez y Tilsa Tsuchiya, o el denominado realismo mágico de Carlos Revilla, con los cuales me identifiqué rápidamente. En lo regional, me decanté por las obras de Wilfredo Lam, Roberto Matta y poco a poco fui adentrándome en ese mundo tan vasto y rico.
Por otro lado, puedo mencionar la obra de Paul Gauguin, que si bien es cierto no es surrealista, me influenció en cuanto a la paleta de color; también me interesa la obra de René Magritte, Tanguy, Max Ernst y Giorgio de Chirico.
Los sueños y el subconsciente están íntimamente ligados a mi obra, al punto de plasmarlos en mis cuadros.
¿Qué elementos clásicos del surrealismo conservas y cuáles has reinventado o reinterpretado para adaptarlos a la sensibilidad contemporánea?
– El elemento básico del surrealismo clásico que utilizo es la técnica del automatismo psíquico conservando el carácter anarquista del surrealismo, esa búsqueda de encontrar otra manera de ver el mundo y de relacionarse con él. Creo que, si bien es cierto, han pasado cien años considero que el surrealismo todavía está vigente y no solo vigente, sino más vivo que nunca porque esa búsqueda de mirar el mundo desde otras ópticas, más allá de la razón y de la lógica, nos ayuda a poder enriquecernos y establecer una relación mucho más humana. En este sentido me parece que sigo conservando estos elementos y en todo caso el aporte que yo tengo es la vinculación con los referentes del mundo andino precolombino y ancestral propios del Perú.

Aunque se aprecie ya en las obras de manera concreta; ¿cómo es que se manifiesta el subconsciente en tu obra?
– Mi obra está cargada de simbolismo, pero en especial me interesa marcar la dicotomía del ser, por decirlo de una manera: entre lo racional y lo instintivo, de allí la representación de seres con dos o más aristas. También me interesa la simbología de las armaduras con lo que evidencio cómo a veces vamos construyendo corazas para confrontar al mundo o de sus necesidades para relacionarnos con los demás, estas mismas corazas o armaduras cargan cicatrices o presentan abolladuras que para mí representan “el paso del tiempo” que refleja la idea de la transmutación, por ello mis personajes están direccionados hacia algún lado.
Otro personaje es el pez que está presente desde el principio, nació como una representación del sapo, pero luego fue mutando de anfibio a pez. Podría atreverme a decir que está ligado a una simbología personal porque sueño constantemente con ellos.
Si tuvieras que definir tu proceso creativo, ¿cómo lo adjetivarías?
– Mi proceso creativo parte del automatismo psíquico, del diálogo que entablo entre el lienzo en blanco y el inconsciente, para ir encontrando simbologías, así como también van apareciendo entidades misteriosas. Los colores se van dictando por la misma obra, soy muy libre en cuanto a la elección de la atmósfera, de ahí la versatilidad de las gamas. Lo primero que defino en la composición es establecer de donde viene la luz para así determinar el color que va a predominar en la obra, luego se van entretejiendo diversos matices.

¿Cómo elegiste las técnicas y los materiales específicos que empleas en tus obras? ¿Crees que contribuyen significativamente a transmitir lo que deseas?
– En cuanto a los materiales, prefiero trabajar con el óleo, porque me permite obtener, diferentes texturas y una vibrante superposición de colores, en las atmósferas y personajes.
En el marco de esta exposición, Lennin y desde tu perspectiva, ¿cómo ves el surrealismo en la actualidad? ¿Crees que sigue siendo relevante en un mundo cada vez más dominado por la tecnología y la imagen digital?
– El surrealismo está vigente en la actualidad, porque toca temas esenciales para el ser humano, en cuanto a la tecnología, creo que se ha adaptado muy bien, en especial con las IA, creo que ha logrado una buena sinergia.
Terminada la obra; ¿tienes alguna expectativa sobre las emociones o reflexiones que deseas suscitar en el espectador?
– Deseo proyectar en el espectador ese misterio, por ello develo al personaje quitándole la máscara, para que pueda ver más allá de lo que conoce, guiado a un mundo misterioso donde se le condena a ser parte de ello, porque en una parte de mi sueño, cuando intenté escapar de estos personajes, uno de ellos me dijo: tú ya eres parte de esto y no puedes salir.

¿De qué manera has incorporado elementos de otras artes surrealistas, literatura, por ejemplo, en tus pinturas?
– Hay una cita de César Moro que habla del “Lenguaje de Piedra” asociada al pensamiento mítico mesoamericano (de civilizaciones aladas y dinámicas), y que para mí es de lectura reciente; debo indicar que al conocerla me sentí plenamente identificado, debido al vínculo indisoluble entre el contenido sagrado de nuestro propio testimonio ancestral pétreo con mis recuerdos de infancia; ya que sin exagerar la quebrada del Mantaro, mi lugar de origen, es una fuente inagotable de ese recurso que permitió en el mundo prehispánico una compleja comunicación intertextual.
Recuerdo mis ratos de solaz infantil en una cantera de mármol, donde se dio el primer contacto con este maravilloso elemento, sus formas y misterios que se fueron desvelando poco a poco. En mi obra, la presencia pétrea empezó con una obra homenaje al Bosco titulada “La extracción de la piedra de la locura”, luego esa presencia fue evolucionando y cuando pensé que había cumplido su ciclo, aparece esta frase impresionante de Moro, como que de tanto haber estado observando estas piedras en mi niñez, hoy me percato de que he estado construyendo gran parte de mi interioridad y simbología a través del diálogo con esa piedra milenaria.

¿Qué papel juega la música en tu proceso creativo? ¿Qué es lo que no debe faltar cuando pintas, Lennin?
– La música es parte de mi proceso creativo, suelo escuchar jazz, cuya búsqueda principal es la sorpresa y la improvisación. Y es muy parecida a mi proceso ya que trabajo con el automatismo psíquico y la música me sirve como un gran marco. Lo que no debe faltar al momento de la creación es el jazz, rock y poesía.
Si es el caso, ¿de qué manera has incorporado elementos cinematográficos en tus pinturas?
– En cuanto a lo cinematográfico y en especial la cinematografía clásica, me interesa sobremanera el manejo de la luz, cómo se construye una escena, el recorrido visual; creo que eso es un elemento importantísimo que he tomado, no solo del cine, sino también del teatro; sobre todo, porque me interesa buscar el dramatismo en la obra que se sienta una atmósfera, como en el caso de las obras cinematográficas de Eisenstein o como también en la pintura a Caravaggio.

¿Te sientes atraído por otras disciplinas artísticas?; si es así, ¿cuáles son?
Siempre en esa misma línea, ¿has explorado alguna vez la creación de obras multidisciplinarias?
– Siempre hay proyectos nuevos, como el llevar mi mirada a lo que es el diseño de moda en colaboración con una marca de ropa, lo que me aproxima a otras maneras de ver y percibir el arte a través de la intervención en las prendas. Sin dejar de lado mi búsqueda constante de una obra un poco más austera en beneficio de un lenguaje cada vez más simbólico.
Esta es la pregunta de cierre, Lennin y la hacemos siempre; ¿qué te sigue emocionando?
– Lo que me sigue emocionando es el misterio, esa idea de intentar descubrir más allá de lo que vemos; como dice la frase de Paul Éluard: “existen otros mundos, pero están aquí”. Esa fascinación es la que busco constantemente.
