Gustavo (llamado también Gustaffo) Vargas Tataje nació en Lima, el año 1975. Luego de culminar la secundaria, estudió Pintura y Dibujo en la Facultad de Artes de la Universidad Católica. Cuenta que después de egresar, hizo un poco de todo: ilustración, pintura mural, pintura de caballete y participó en distintos concursos de pintura y dibujo.

#LeoSubmarine

GUSTAVO (GUSTAFFO) VARGAS TATAJE EN UNA FOTO DEL AÑO 2015

En el 2002, junto a su familia, crearon One Concept, una boutique creativa de servicios de animación, gráfica e ilustración. Allí aprendió muchas nuevas herramientas, las cuales lo llevaron a desarrollar mejor su pasión por la ilustración y la historieta.

El 2012, en su primer viaje a Europa, luego de ver tantos museos y librerías llenas de historietas en Bruselas y París, dejó las excusas a un lado y se puso a dibujar historietas.

Ese mismo año junto a Giancarlo Román crearon El Hoyo Negro, una historia de ciencia ficción y fantasía que sucede en Lima. Publicaron dos números y medio, de manera gratuita y digital, hasta el 2015.

Para el 2014, junto a su gran amigo y talentoso creador de historieta Gino Palomino, publicaron el fanzine TACU TINTA, fotocopiado en blanco y negro, con historias cortas e ilustraciones de ambos. Aquí publicó su primera historia de Cyberpunk Peruano: 1QUITOS.

Dos años más tarde, el 2016, ya en Inglaterra, empezó a trabajar como dibujante de cómics para algunas editoriales independientes, dibujó historias cortas de ciencia ficción para Future Quake Press y Tales of Western Noir (Historias del Oscuro Oeste) para Accent UK.

En 2017, publicó en inglés su primera historia de Cyberpunk Peruano: TRUJILLO. Del 2017 al  2018 ilustró la novela gráfica Boy Abducted By Aliens Returns (Chico raptado por extraterrestres regresa) para Accent UK.

En 2018, publicó su segunda historieta de Cyberpunk Peruano: L1MA. También dibujó la historia de damiselas y dragones Cicadian Rhythms (Ritmos de la Cigarra) para Madius Comics.

En 2019, publicó MANU, la primera parte de ALTIPLANO, su trilogía de Cyberpunk Peruano. También dibujó la historia corta post-apocalíptica Toxic para Accent UK.

De 2019 a 2020, trabajó como artista principal y diseñador de personajes y fondos para la historieta de ciencia ficción CRAYTA de Unit 2 Games, junto al reconocido escritor Dan Abnett. También participó en las antologías Quarantine para Jordan Thomas y Tales from The Quarantine para Frazer Brown, con guion de Matt Hardy.

Este año, publicó la segunda parte de la trilogía ALTIPLANO: PUNO, lanzada con mucho éxito vía ‘crowdfunding’ en la plataforma Kickstarter. También participó en la creación y publicación de SKRAWL el magazine de historietas, donde tiene una historia corta de su autoría: The Oak Tree (El roble). Asimsimo, dibujó la historia victoriana de fantasmas Saxon Second Hand-Books (Los libros de segunda mano de Saxon) con guion de Ash Deadman para Mad Robot Comics.

¿Cómo llegas hasta Edimburgo, Gustavo? ¿Cuánto tiempo llevas ahí y en qué te desarrollas profesionalmente?
La verdad, llevo poco tiempo en Edimburgo. Dejé Lima en diciembre del 2014. Me casé y viví un año en Alemania. Luego, con mi esposa nos mudamos a Leicester, Inglaterra, donde estuvimos cuatro años. Un par de semanas antes de la cuarentena a causa del covid, en febrero de 2020, nos mudamos a Edimburgo.

Vivo en el Reino Unido por algo más de cinco años, pero todavía soy bastante nuevo en esta bella ciudad. Actualmente soy autor y dibujante de historietas e ilustrador freelance a tiempo completo.

Vives en una ciudad de cuentos, leyendas y bruma; ¿has pensado o te gustaría trabajar alguna historia respecto de la misma?

Edimburgo y sus alrededores son fascinantes, es una ciudad que inspira mucho.
Pertenezco a un grupo de creadores de historietas llamado los SkrawlLordz, (se podría traducir como ‘Los señores del Garabato’). En febrero de 2021 publicamos el magazine de historietas SKRAWL, que fue recibido con mucho éxito. Participaron varios artistas profesionales y también nuevos autores.
En SKRAWL publiqué The Oak Tree (El Roble), es una historia corta de fantasía y magia, hecha con lápiz y acuarelas, que tiene lugar en el Altiplano escocés, con un perro de raza border collie (collie fronterizo) como protagonista.

¿Cómo defines lo que haces?

Soy un ilustrador y autor de historietas. Pero más me siento como un artesano, que crea historias, y que también ayuda a otros a contar sus historias.

¿De qué manera Gustavo Vargas se convierte en Gustaffo Vargas?

¡Qué buena pregunta! Mi esposa es alemana, y ella pronuncia mi nombre con ‘f’, en alemán la letra ‘v’ suena como una ‘f’, por ejemplo Volskwagen se dice Folkswaguen. Debo decir que por esto, algunos amigos en Lima ya me llamaban Gustaffo.

En 2015, mientras preparaba mi primera página web, me di cuenta que al googlear mi nombre terminaba con una infinidad interminable de gente, busqué Gustaffo Vargas y no encontré a nadie, así que ahí empezó todo.

Si tuvieras que reconocer y mencionar referencias e influencias en tu obra, tus trazos y tus historias, ¿cuáles serían?

Esa es una lista interminable y siempre cambiante para ser muy honesto.

En mi primera etapa, de niño, devoré sin parar un libro llamado Literatura de la Imagen de editorial Salvat, donde quedé fascinado con el potencial y la variedad que había en la historieta, habían paneles de artistas y personajes de todo tipo: La gata loca, Little Nemo in Slumberland, Betty Boop, Superman, Batman, Tintin, Barbarella, Mafalda, El gato Félix, Flash Gordon, Yellow Kid, Pravda, Tarzán de Hogarth, Robert Crumb, Milton Caniff, Guido Crepax. Este libro me voló la cabeza y fue la mejor introducción que pude tener al mundo del cómic.

Mi padre trabajaba como director creativo en una agencia de publicidad y siempre fue muy entusiasta por mi interés, a menudo me traía o fotocopiaba historietas de sus colegas.

Una de las dificultades, pero también ventajas, de haber crecido en Lima de los 80s y 90s, es que no era fácil encontrar historietas. Eso me llevó a meterme de narices en el centro de Lima, en Quilca, en Pachitea, en donde si buscabas bien, podías encontrar cosas increíbles.

En esta etapa de adolescente descubrí un sinfín de historieta argentina, estadounidense, franco belga, británica y empecé a conocer sobre algunos autores, las que tuvieron más impacto son: Marco Mono y Alvar Mayor de Trillo y Breccia, Factor Límite de Juan Giménez y Barreiro, El Condenado de Saccomano y Mandrafina, Jordi Bernet & Sánchez Abulí, Muñoz y Sampayo, Mafalda de Quino, Spiderman de Ross Andru y Stan Lee, Ronin y The Dark Knight de Frank Miller, The Killing Joke de Brian Bolland y Alan Moore, Judge Dredd, Strontium Dog, Tiempo Cero. También descubrí antologías: Skorpio, Metal Hurlant, Zona 84, Comix Internacional, Intervalo, CIMOC.

En casa siempre vimos mucho cine, y cuando nos llegó el cable a mediados de los noventa, llegué a grabar más de 100 cassettes de VHS con todo tipo de películas, en calidad EP, recuerdo que entraban como tres películas por cassette. Durante la Universidad leía un poco de todo, pero siempre me encantó la ciencia ficción: antologías realizadas por John Campbell, Isaac Asimov, Phillip K. Dick, Frank Herbert y un largo etcétera.

Dentro de mis influencias más actuales tengo autores como Mike Mignola, Lucas Varela & Diego Agrimbau, David Rubín, Albert Monteys, Frederik Peeters, Andrew McLean, Brandon Graham, Rutu Modan, Anand RK, Chris Brunner, Jason Latour, Simon Roy, Malachi Ward, Paul Azaceta, Fabio Moon, Gabriel Bá, Jillian Tamaki, Alison Sampson, Paul Pope, Jeff Smith, y otro largo etcétera.

Y si trato de pensar en influencias relacionadas a mis historias de Cyberpunk Peruano, puedo pensar en los libros de ciencia ficción de William Gibson, en las películas de Hayao Miyazaki, en las películas animadas de Ghost in The Shell, en los libros Philip K. Dick y en La Palabra del Mudo de Julio Ramón Ribeyro.

 ¿Cómo se gatilla tu proceso creativo y desemboca en una historia?
Joaquín Sabina decía: tengo ganas de tener ganas.

Eso es lo primero. Busco una historia sin saber qué busco, sin ninguna idea de qué pasará, y por donde irá, pero con hambre de encontrar algo qué contar. De tanto indagar en mi cabeza, empiezan a aparecer temas, elementos, personajes. Y poco a poco voy cogiendo y jugando con esos elementos, haciéndolos interactuar, es como abrir cuartos en una mansión gigantesca, hasta que encuentras alguno que te interese.

Cuando ya tengo cosas más claras, como el lugar, los personajes y la estructura general de la historia, es que recién lo traslado al papel. Me sentí más tranquilo cuando escuché a Stephen King, y también a Ram V mencionar que tenían el mismo sistema de obsesionarse con una historia y trabajarla lo máximo posible en sus cabezas.

La siguiente etapa es la investigación, que hace que la historia crezca y se enriquezca. Mis historias de Cyberpunk Peruano son como viajes a diferentes partes de Perú. Busco reflejar en lo posible, cómo se ve, suena, huele y cómo se siente un lugar. Suelo descargar una enorme cantidad de fotos y leo todo lo que puedo, artículos, entrevistas, páginas locales, veo documentales, cualquier cosa que me nutra sobre un lugar y sobre su pasado precolombino.

Luego de haberme empapado con toda esta información, escojo lo que me interesa. Tomo elementos y también los reinterpreto, lo que me sirva para contar mejor la historia. Todo esto pasa a la par que voy desarrollando el diseño de personajes y fondos. A medida que leo e investigo el ‘world building’ (creación del mundo) va creciendo, es una etapa muy intensa, suelo terminar con mucho material que no uso, pero que igual informa al mundo que he creado.

Una vez que la historia, la investigación y el diseño bailan en armonía, es que recién paso a dibujar, por fin, la historieta.

 ¿Cómo trabajas esa acentuada fidelidad de los escenarios con esa visión distópica que se ve y se internaliza en tus obras?

Todo es producto de la etapa de investigación y diseño. Si quieres explicar bien un plato de comida, tienes que explicar sus orígenes, influencias, el valor cultural e histórico que posee y porque sabe tan rico. Si entiendes tus ingredientes, te puedes poner a experimentar en tu cocina con resultados que ni tú mismo esperas.

Algo así es lo que trato de hacer con mis historias. A veces solo represento lo que he visto y leído, pero muchas otras, son mi propia versión.

Mis historias son como un viajero investigando y no como un turista tomando fotos. Una vez que siento que he sintonizado con un lugar y su gente, es que recién puedo ponerme a jugar, reinterpretar e inventar.

Aun estando lejos y gracias a la tecnología, ¿cómo ves el desarrollo del cómic nacional? ¿Hay trabajos de artistas peruanos que hayan llamado tu atención?

No conozco mucho, pero cada vez veo cosas más interesantes. Me da la impresión que hay más producción dentro y fuera del Perú, también me parece que se forman comunidades que se retroalimentan y eso me parece fenomenal.

Artistas peruanos que me parece están produciendo cosas muy interesantes son Gino Palomino, Eduardo Romero, Renso y Amadeo Gonzales, Eduardo Yaguas, Jim Marcelo, Jorge Pérez Ruibal, Rodrigo La Hoz, Oscar Alarcón, Shila Alvarado, Christian Rosado, Diego Olórtegui, Sebastián Carrillo, Lucero Huamaní, Nilton Olivera, Brenda Liz Román, Gab Contreras, Manuel Gómez Burns, Andrea Balbuena, Juanco Alegre, David Galliquio, ¡y estoy seguro que me olvido de muchos nombres más!

Eres el autor de guion e imagen en tus diferentes obras; ¿has trabajado de otra manera en algún momento?

Pues la verdad sí. Yo soy un dibujante de cómics que también escribe. Así que vengo dibujando todo tipo de historias escritas por distintos guionistas, épicas, urbanas, de magia, de ciencia ficción, intimistas, un poco de todo.

El año pasado para el magazine SKRAWL, junto a Russell Mark Olson co-escribí Fair is Foul (La bella desagradable), que fue dibujada por mi amigo Simone D’Armini. Es la primera vez que he co-escrito una historia sin dibujar nada. Recibir y sorprenderme con las páginas hechas por Simone fue una experiencia maravillosa.

¿Te interesaría crear y desarrollar una historia al alimón con algún otro artista?

!Claro que sí!, siempre estoy interesado en nuevos proyectos que ofrezcan distintos retos.

Con Russell, con quien escribimos Fair is Foul, hemos hablado de colaborar en algún momento en conjunto, pero aún no hemos encontrado tiempo para hacerlo.

Está en la lista de cosas que me gustaría hacer en algún momento.

 ¿Has recibido ofertas o propuestas para adaptar tus historias al formato audiovisual?

He recibido un par de acercamientos, pero nada muy concreto. De darse el caso, es algo que quiero tomar con calma. El cómo se maneja tu propiedad intelectual es algo que uno debe manejar con mucha cautela.

Igual sería genial poder ver mi mundo en formato audiovisual en algún momento.

 ¿Con qué personajes de tu imaginario personal te gustaría conversar e interactuar?

Más que conversar, me gustaría poder visitar los lugares que he creado, y poder ver allí a mis personajes, pero no interactuar con ellos, más bien observarlos, escuchar sus conversaciones, verlos interactuar en su entorno. Especialmente a Lila y a su pandilla de Pirañas de L1MA.

Estoy convencido de que todos mis personajes tienen una vida muy plena fuera de mis páginas, si sobreviven claro está 😀

Sabemos que tienes una estupenda habilidad con la plastilina, ¿qué trabajos has desarrollado en esa faceta?

Las dos cosas que hice durante toda mi niñez fueron dibujar y jugar con plastilina.

Cuando creamos One Concept, empezamos con animación stop motion con plastilina. En esta etapa profundicé mis habilidades para modelarla. También llevé cursos de animación para aprender cómo mover a mis personajes.

Llegamos a hacer algunos cortos y varios comerciales para televisión en stop motion y unos dos o tres en plastilina. Por más que son miniaturas, estos proyectos audiovisuales necesitan todo un equipo grande de gente. Fueron retos muy intensos y aprendí mucho de cada uno.

También realicé esculturas en plastilina para tomas fotográficas de campañas de publicidad. Estos eran proyectos mucho más simples de manejar y muy divertidos. El equipo era más reducido, muchas veces solo el fotógrafo y yo. Incluso llegué a hacer figuras para una campaña de derechos del consumidor de la Unión Europea.

La última vez que desarrollé una producción grande de figuras fue en Alemania, en el 2015.

Me gustaría retomar trabajos en plastilina, pero la ilustración y el dibujo de historieta son oficios que consumen mucho tiempo y no logro darme el momento para ello.

 ¿Qué tal la experiencia con la cerveza en una ciudad que huele a levadura, tiene más de 700 pubs y varias marcas propias?

Todavía no he podido explorar la ciudad como se debe por el covid. Pero es una maravilla la cantidad y variedad de distintas cervezas que hay en todo Reino Unido. La cultura de pub es fascinante, cada que visitas uno siempre encuentras una marca que jamás has probado.

Algo que también queremos visitar junto a mi esposa son las distintas destilerías de whiskey escocés que se encuentran en las distintas islas de Escocia. Hay una tremenda variedad que conocer y probar, ¡todo sea por la cultura! 🙂

 ¿Cómo enfrentaste y enfrentas la pandemia?

Yo he tenido mucha suerte. Empecé mi trabajo como freelance a tiempo completo a finales del 2019, así que mi normalidad ya era quedarme en casa a dibujar y me ha afectado poco.

Mi esposa, que es guía de andinismo en distintos países, sí se ha visto muy afectada. Es más, acaba de obtener una licencia como entrenadora de natación al aire libre, que es una actividad que le apasiona. Su pasión, apoyo y creatividad siempre han sido una influencia muy positiva en mi trabajo. Para mi tipo de profesión y honestamente creo que para cualquiera, necesitas de una pareja que valore lo que haces y te apoye.

 Bienvenidos tus comentarios finales, saludos y avisos clasificados, Gustaffo.

Pues nada, muchas gracias por esta oportunidad, ha sido muy divertido responder la entrevista.

Si hay algo que quisiera comentar, es que la vida es demasiado corta como para no disfrutarla.

Creo que la gente debería dibujar, cantar y bailar más, tener las artes más cerca. No hablo de convertirse en artistas, solo de hacerlo y divertirse con ello, sin ninguna presión ni expectativa, como cuando eran niños. Si alguien quiere dibujar una historieta, solamente necesita lápiz, papel, muchas ganas y cero excusas. ¡Salud!

GUSTAFFO Y SU ESPOSA TINE – EDIMBURGO, FEBRERO 2021

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