Mario Vargas Llosa – Palabras en el mundo

Alonso Cueto, Mario Vargas Llosa – Palabras en el mundo

Alonso Cueto: “La obra de Vargas Llosa es un redescubrimiento del mundo y también del poder del lenguaje por revelar el mundo”

En comunión con el onomástico número 89 del único Nobel peruano, Mario Vargas Llosa; casi en paralelo con una interminable serie de homenajes, conversatorios y semblanzas sobre su obra y su vida, el panorama literario peruano asistió al lanzamiento y publicación de un hermoso, ameno, cálido y no por ello menos riguroso ensayo sobre la ruta narrativa que ha seguido nuestro más reconocido novelista. Se trata de Mario Vargas Llosa – Palabras en el mundo del celebrado académico y novelista, Alonso Cueto.

“Las novelas de Mario Vargas Llosa han acompañado mi vida”, señala en las primeras líneas del prefacio, Cueto. Nos avisa que el viaje por el universo vargasllosiano va a empezar y establece el sólido e invisible puente que conecta a lector con autor, y en este caso, con otro autor presente de manera protagónica y definitiva.

Para extender un poco más, si acaso es posible, los alcances de su ensayo y algunos otros temas más, conversamos con Alonso Cueto y esto fue lo que nos comentó.

Mario Vargas Llosa – Palabras en el mundo

Quisiera empezar con esta pregunta que surge más como lector de Vargas Llosa y también de su obra, Alonso. Imagine usted a un joven centennial que no ha leído a MVLl ¿con qué libro le recomendaría empezar? ¿qué otras novelas complementarían esta suerte de iniciación del mundo vargasllosiano?
– Por lo general los jóvenes se identifican más con las novelas que tienen a jóvenes como protagonistas. Me refiero a la Ciudad y los perros y a Los Cachorros.

 

Usted empezó con La Casa Verde, ¿con qué novela continuó leyendo a MVLl?
Empecé en realidad con La Ciudad y los Perros. Luego leí las otras dos novelas de esa década, La Casa Verde y Conversación en la Catedral. Fue entonces que descubrí algo que ingenuamente no había pensado. Una gran historia, un gran personaje, pueden contarse desde cualquier lugar del mundo. Incluso en los escenarios limeños, en la Plaza Manco Cápac, en La Perla, en la calle Diego Ferré de Miraflores, pueden encontrarse historias que nos recuerdan quienes somos.

¿Cómo inició usted su amistad con él?
– Mi madre me contaba que, en 1957, estando en Paris, invitaron a Mario y a Julia a pasar las Navidades con ellos. Según me decía, Mario me cargó (yo tenía tres años) y me puso encima de una mesa. Yo siempre bromeo que fue entonces cuando decidí ser escritor. Luego, estando yo en el colegio, hicimos una revista llamada Diagrama. Estábamos Lucho Llosa, Augusto Ortiz de Zevallos, Alfredo Barnechea y yo. En una ocasión fuimos todos a visitarlo.
Me impresionaron su locuacidad, su brillantez, pero también su generosidad con nosotros. Desde entonces nos seguimos viendo siempre. Ha pasado más de medio siglo.

Mario Vargas Llosa – Palabras en el mundo

 

 

Su ensayo es un homenaje y es también una invitación a redescubrir a MVLl, ¿cuál considera usted que es la vigencia y la necesidad de volver a la obra de Vargas Llosa para las nuevas generaciones de lectores?
La obra de Vargas Llosa es un redescubrimiento del mundo y también del poder del lenguaje por revelar el mundo. Sus personajes se quedan con nosotros. Las dudas de Santiago Zavala, la vulnerabilidad errante de Ambrosio, las heridas de Urania, los sueños de la niña mala. Ellos, como muchos otros personajes, se convierten en seres reales para quien haya leído estas obras. Ensanchar los límites de la vida y del lenguaje es una de las proezas de esta obra. Sus lectores nos sentimos viajeros permanentes.

¿Qué aspectos de su obra cree que merecen una atención renovada?
– Creo que se ha dicho de un modo injusto que no tiene personajes femeninos interesantes. Sin embargo, basta hacer un recuento para afirmar lo contrario. Urania, la niña mala, la tía Julia, la madrastra, Jurema. Todos son personajes ambiguos y fascinantes.

 

Mario Vargas Llosa – Palabras en el mundo
Alonso Cueto fotografiado por Luis Rodríguez Pastor

¿Cuál podría ser el libro de Vargas Llosa que, a través de lo que usted ha escrito, descubra facetas o interpretaciones menos exploradas hasta ahora?
Todos los libros traen una dimensión nueva. No vemos el complejo del colegio militar Leoncio Prado del mismo modo después de haber leído La Ciudad y los Perros. Los desiertos de Piura no son los mismos después de haber leído La Casa Verde. Lo mismo puede decirse de todos los escenarios que enriqueció y reveló en tantas novelas.

Más allá de la admiración en su homenaje y la cálida mirada de amigo que acompañó y acompaña su producción como escritor, ¿de qué forma siente que la obra y la trayectoria de Mario Vargas Llosa han influido en su propio trabajo y en la literatura peruana?
Nos enseñó que la persistencia, la obsesión, la fe en uno mismo y en las historias y personajes, derivan en un compromiso de trabajo.
El Perú es un país que aparece en todas sus contradicciones, sus fulgores, sus personajes heroicos en sus novelas. Esas palabras y esos personajes quedarán para siempre.

Alonso, siempre cerramos nuestras notas con esta pregunta; ¿qué lo sigue emocionando?
– Siempre. Estoy releyendo La Ciudad y los Perros para una clase en la Universidad Católica y me sigo emocionando.

 

Mario Vargas Llosa – Palabras en el mundo

Por Leonardo

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