El Año del Dragón de Madera
#YoEscriboEn Leonardo
El dragón es, tal vez, la criatura mitológica que para nosotros los occidentales simboliza lo más representativo de la cultura china. En occidente, el dragón fue considerado un símbolo de poder, riqueza y sabiduría; pero con la llegada del cristianismo empieza asociársele con el mal y el poder destructivo, por ende, el animal a vencer y eliminar.
En China, como contraparte, es asociado hasta hoy con la buena fortuna y la prosperidad, siendo también un símbolo de fuerza, coraje y poder. Pero, ¿por qué hablamos del año del dragón? Esto se debe a que, para la cosmovisión china, que es un sincretismo inmenso que va desde la teoría de los 5 elementos, los conocimientos astronómicos incipientes hasta esa necesidad tan humana de adelantarse a los hechos, crean una bonita historia donde doce animales terminan siendo elegidos por el Emperador de Jade, rey de todas las deidades celestiales, por su orden de llegada al banquete celestial que este hacía para conocer a las criaturas de la Tierra, siendo uno de ellos el dragón.
Según la astrología china, aquellos nacidos en el Año del Dragón se consideran personas carismáticas, valientes y llenas de vitalidad. Tienen la capacidad de inspirar a otros y suelen destacar en diversas áreas de la vida.
El dragón también se asocia con la nobleza y la inteligencia. En la cultura china, se cree que el dragón trae buena suerte y éxito, y su presencia en el zodíaco chino se considera un augurio positivo.
En lo personal me gusta la contraposición que se hace en las artes marciales del dragón oponiéndolo al tigre: La sabiduría, lo espiritual, lo que está en los cielos frente a lo agresivo, lo material y lo que está en la tierra. La polaridad cielo y tierra, etéreo y tangible, suave y explosivo que vive en el interior de todo ser vivo y que es tan propio de la cultura taichi.
¿Por qué hablamos que este año es Dragón de madera?
Cada año en el zodíaco chino no solo está asociado con un animal, sino también con uno de los cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua. La combinación del dragón con el elemento madera agrega capas más profundas de significado.
El elemento madera representa el crecimiento, la expansión y la vitalidad, pero además un punto que encuentro muy curioso: la madera es el único elemento orgánico de los 5 y que su uso nos permitió apalancar nuestra existencia y posterior desarrollo. Si bien el agua nos da la vida, el fuego nos permitió soportar el frío y adentrarnos en la oscuridad, la tierra nos acogió y nos alimentó y el metal nos dio la fuerza que nunca pensamos tener; el dominio de la madera es el paso que dimos para poder usar los otros 4 y servirnos de la naturaleza para nuestra evolución.
En el contexto del Año del Dragón, la madera puede influir en las características del nativo dragón, haciendo que las personas nacidas durante este año sean más flexibles, adaptables y capaces de desarrollarse y prosperar en diversas situaciones.
La madera también simboliza la renovación y la regeneración, lo que podría indicar un año propicio para nuevos comienzos y oportunidades. Aquellos afectados por la energía del Año del Dragón de Madera pueden experimentar un impulso adicional para perseguir sus metas y alcanzar el éxito en sus esfuerzos.
Entonces, para aquellos entendidos en astrología china, el Año del Dragón de Madera combina la fortuna y el carácter impresionante del dragón con la energía expansiva y renovadora del elemento madera, prometiendo un período lleno de posibilidades, crecimiento y buenos augurios.
Para mí es parte de algo que se explica cómo aquello que, si bien es científicamente falso, nos da la esperanza para seguir buscando salir adelante convirtiéndose quizás en algo metafóricamente cierto. Esa dualidad diametralmente opuesta que convive separado por una delgada línea armónica ondulante; el concepto del equilibrio móvil presente en la cultura china desde sus inicios.
¡Feliz año del Dragón de madera!