Dueña de un singular espíritu creador que aplica en el diseño gráfico/publicitario, en la ilustración y las acuarelas, Alejandra Mitrani (Huancayo, 1982) es, esencialmente, hacedora de papel, libros y artilugios pop-up.
Su proceso creativo se dispara a partir de la minuciosa revisión de aquello que ha ido registrando en sus viajes y caminatas; sean fotos o notas, material que va uniendo a través del dibujo el cual irá puliendo poco a poco. Finalmente, en perfecta sincronía consigo misma, decidirá si lo convierte o no en un pop up.
Leonardo conversó con ella y esto fue lo que nos contó sobre lo que hace.
#Leonardo
En tu cuenta de Instagram te denominas como Papelera; ¿cómo defines lo que haces, Alejandra?
Durante mis estudios de grabado en la Escuela de Bellas Artes tuve la oportunidad de conocer varios tipos de papel; la importancia de su gramaje para que aguanten la presión de la prensa, la alcalinidad para que no se llenen de hongos, etc.
Fue entrar en un mundo nuevo que me interesó muchísimo y que poco a poco fui llevando más allá del grabado, experimentando con el pop up (ingeniería del papel), investigando un poco sobre la materia prima. Así que ahora el papel es mi soporte y mi herramienta.
¿Cómo fue tu educación librera y musical?
Crecí entre Lima, Iquitos, Huancayo y Cusco con mi papá y mi madrastra, los dos trabajaban con comunidades indígenas y en mi casa siempre hubo muchos libros sobre historia, literatura, arte…pero realmente yo no leía nada, solo los ojeaba, recuerdo que lo que más me gustaba era tocar las páginas, sus texturas y sentir el olor.
Respecto a la música, vivir en provincia siempre es estar rodeada de la música de ahí, así que crecí entre huaynos, tropical, cumbias, Sabina, Silvio Rodríguez y la Orquesta Mondragon que escuchaban en mi casa.
¿Cuál es la dimensión de la influencia de tus padres en tu vida y en tu arte?
En general los padres son los que marcan un poco la linea de nuestra vida, para bien o para mal, queramos o no. Mi padre dibujaba en sus ratos libres y yo vivía obsesionada con poder dibujar como él, pero era chiquita y me frustraba. Estoy bastante convencida que eso fue una motivación para seguir practicando.
¿Qué otras referencias puedes reconocer en lo que haces?
Haber estudiado en Barrios Altos, caminar por ahí durante 6 años, definitivamente influyó e influye aún en mis dibujos.
Volviendo al tema del papel; ¿qué sientes al terminar de fabricar uno de determinado gramaje y textura?
Aprender a hacer papel en la Escuela de Bellas Artes no fue dificil, fue emocionante, Normalmente los hacíamos con fibras de plátano o piña, los hicimos de un gramaje alto, perfectos para pasar por una prensa.
Cuando viajé a Japón hacer un papel fue súper dificil, me demoré tres días en poder hacer uno, pero el resultado fue más que satisfactorio. El papel japonés es de los más resistentes del mundo por la forma en que las fibras se entrelazan, ya que no están licuadas sino separadas con un mazo, y al mismo tiempo es uno de los papeles más delgados que he visto. Es Increíble.
¿Cómo describirías la experiencia que tuviste en Japón? Además de aprender a hacer papel, ¿qué otras cosas valoras de tu tiempo en ese país?
Todo. Viajar ahí fue más que expandir la mente. Poder caminar sola y sentirme tranquila. Disfruté mucho de la comida (que en mi ignorancia no eran makis) conocí los Onsen (baños tradicionales japoneses), en el pueblo donde me quedaba era el único lugar para tomar una ducha, así que era yo y todas las señoras del lugar. El primer día casi me muero de vergüenza y al final del viaje ya era lo normal. Los santuarios, la calma, el respeto, la espiritualidad; todo lo llevo aún en la mente.
¿Qué es lo que nunca debe faltar en el espacio donde trabajas?
Mis cuchillas, lápiz, borrador y acuarelas.
¿Qué otros artes y artistas llaman o han llamado recientemente tu atención?
A.C.M un artista nacido en Hargicourt, Francia 1951 que hace unos collages muy complejos, conformados por objetos electrónicos y partes de viejas máquinas de escribir, una belleza.
¿En qué proyectos trabajas para este año? ¿Qué otra técnica o disciplina estás experimentando?
Yo comencé a dibujar hace un poco más de un año más o menos, me gustaría seguir en eso, viendo hacia donde me lleva.
¿Podrías hablarnos acerca de Todo significa sed, el poemario de tu mamá, la horazeriana Lucía Ocampo?
Mi mamá le dejó al poeta Tulio Mora su cuaderno de poemas escritos a mano, entre otros escritos, para que él los corrigiera. Pero ella murió antes de que pudiera devolvérselos. Años más tarde, Tulio me los devolvió y yo busqué una editorial que me pudiera ayudar a publicarlos. Es así como con la editorial Pesopluma postulamos a los incentivos económicos del Ministerio de Cultura, ganamos y con ese dinero pudimos publicar una edición facsimilar muy bonita.
¿Qué te sigue emocionando?
Nadar en el mar y seguir aprendiendo cosas nuevas.
